Los 3 hombres, cuyas identidades se mantienen en reserva, siguen viviendo y trabajando en Lugo, pero ahora en condiciones mucho más dignas. Ángel Vellé, abogado de 2 de ellos, dijo que los ciudadanos están “con la idea de quedarse y hacer su vida” en territorio español, informa Cadena Ser.

El jurista aseguró que después de la liberación de abril, los 3 hombres víctimas de esclavización tenían un plazo de 3 meses para legalizar su situación, cosa que ya está resuelta. Además, dijo que la persona que los mantuvo en pésimas condiciones nunca se comunicó con ellos ni siquiera para ofrecer una disculpa.

Cuando los hombres fueron liberados, se informó que vivían en un lugar destinado para cerdos y que dormían en colchones con resortes reventados. Además, en el espacio había humedad en el techo, no podían usar el sanitario porque estaba tapado y había roedores muertos en el piso.

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Los hombres llegaron a España engañados por la mujer, que prometió emplearlos y legalizar su situación en el país. Sin embargo, finalmente fueron sometidos a extensas jornadas de trabajo de 11 horas diarias, 6 días a la semana. A veces, los empleados se enfermaban, pero naturalmente nadie los atendía y debían seguir con sus labores.

En ese momento, las autoridades detuvieron a la mujer responsable de los malos tratos y se le abrió una investigación por presunta trata de seres humanos con fines de explotación laboral. El abogado Vellé no mencionó ahora cuál es la situación jurídica de la acusada.