La niña, cuya identidad no ha trascendido, estaba junto a su madre y sus hermanos haciendo algunas compras antes de regresar a la casa. Allí, la mujer se bajó del carro y entró a la vivienda, creyendo que todos sus hijos habían hecho lo mismo, relata Newsweek.
Sin embargo, varios minutos después (no se sabe cuántos), se dio cuenta de que su hija de 11 años no estaba en la casa, por lo que se dirigió al carro, donde estaba aparentemente inconsciente, pasadas las 3 de la tarde. Por eso, llamó al número de emergencia y poco después los paramédicos le practicaron reanimación cardiopulmonar.
La niña fue trasladada pronto al hospital Stony Brook donde, a pesar de los esfuerzos por salvarle la vida, finalmente fue declarada muerta. Los vecinos del sector afirmaron estar muy impactados por la tragedia de la pequeña que, según el citado medio, tenía “necesidades especiales no verbales”.
Por supuesto, el calor tuvo mucho que ver en la muerte de la menor. Según el meteorólogo Lee Goldberg, la temperatura dentro del carro en el que quedó encerrada la niña pudo llegar a 42°C 10 minutos después de quedar encerrada, y con 30 minutos de encierro, el calor pudo pasar de los 50°C.
Dona Heester, vecina de la familia, dijo que no puede explicarse cómo la niña quedó sola en el carro si sus padres son “las personas más bellas que tu quisieras conocer”. Además, describió a la madre de la menor como una persona muy “atenta” que siempre está al tanto de todo lo que hacen sus hijos, agrega New York Post.
Por lo pronto no se sabe si las autoridades presentarán cargos por el trágico fallecimiento de la niña.