China se enfrenta a tormentas de arena sin precedentes. Por más de cinco días, los pekineses han despertado sin poder abrir las ventanas, pues, según los expertos, los vientos amarillos del desierto de Gobi están durando mucho más que otros años.

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Aunque las tormentas de arena no son nuevas en esta estación, el 14 de abril fue es la octava ocasión que los vientos del Gobi se instalan en las megalópolis del norte de China.

“La primavera ya está aquí, las flores están por todas partes, pero no se ven”, dice una ciudadana de la provincia de Jiangsu, en un parque de la capital con su hermana y su bebé. El pequeño va disfrazado de cosmonauta para escapar del polvo que pica en los ojos.

“Somos del sur, y este año también hay vientos arenosos en el sur. Llevamos aquí una semana. Y hoy queríamos salir. Pero mira: ¡llevamos mascarillas! Y para el bebé, le hemos puesto esta gran visera de plástico que tengo que mantener en su cuello, porque si no le entra el polvo”, añade otra mujer.

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Según la administración de bosques y pastizales, estas recurrentes tormentas de arena proceden principalmente del sur de Mongolia y de la provincia china de Mongolia Interior. Este año también están afectando al sur del río Yangtsé: 400 millones de personas de 15 provincias se ven afectadas, según informó el martes pasado el Observatorio Meteorológico de China.

Parte de la responsabilidad, han dicho algunos expertos, se debe a las actividades humanas, el pastoreo excesivo y las centrales eléctricas de carbón. El cambio climático, que ha hecho que aumenten las temperaturas, también parece incidir en este fenómeno.

“En marzo, el sur de Mongolia y el noreste de China registraron un aumento de la temperatura de entre cinco y ocho grados”, declara Liu Bingjiang, el director del departamento encargado de la contaminación atmosférica en el Ministerio de Ecología y Medio Ambiente, al sitio web de noticias Pangpai.

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Así mismo, las altas temperaturas, unidas a la falta de cobertura nevada, ha provocado un deshielo prematuro del permafrost, añade Liu Bingjiang, expulsando más arena.