Fueron alrededor de 2.000 personas, buena parte de nacionalidad venezolana, las que se abalanzaron en estampida el día en el puente internacional Paso del Norte-Santa Fe que conecta Chihuahua con Texas.

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“Cientos de personas ingresaron hasta la mitad del puente donde cerró desde luego, por protocolo, la autoridad americana”, indicó Enrique Valenzuela, coordinador del Consejo Estatal de Población de Chihuahua, en México.

“Todos corrimos y nos habían puesto una barrera ahí con alambres. Nos tiraron gases lacrimógenos y todo. Y bueno, bajaron a muchos”, así lo indicó Jackson Solís, un migrante de 23 años a la agencia AFP.

Aseguraron que algunas personas alcanzaron a cruzar, en su mayoría hombres, pero que las mujeres y los niños quedaron atrás de la barrera que les colocaron en el puente.

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Algunos migrantes llevan meses esperando la respuesta del asilo por parte del gobierno norteamericano, el cual, según Biden, solo se puede obtener en línea o a través de las oficinas migratorias de los países de tránsito.

Mientras tanto, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos, aseguró que la situación fue controlada y ya hay paso para los peatones y vehículos en el Paso.