Esta decisión es controvertida, puesto que significa una presión adicional a los migrantes que intentan huir de condiciones de pobreza, violencia o hambre en su país y buscan una mejor vida en Estados Unidos.

La medida está orientada a limitar la cantidad de migrantes en la frontera, lo cual es motivo de preocupación para el gobierno estadounidense, luego de que el anterior presidente Donald Trump aplicara durante su mandato severas restricciones a la migración.

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Con el nuevo enfoque, los migrantes no mexicanos que cruzan la frontera no serán detenidos y deportados a Estados Unidos, sino que serán devueltos a México, donde tendrán que esperar su proceso de solicitud de asilo en Estados Unidos.

La política está siendo criticada por muchos grupos de defensa de los migrantes que consideran que el sistema de asilo de ese país es muy injusto, especialmente para los migrantes que llegan a la frontera desde países como Venezuela y Honduras, los cuales afirman que no tendrán los recursos legales, financieros y de comunicación necesarios para afrontar este proceso desde el exterior.

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Además, hay que destacar que muchos migrantes buscan una vía segura para poder ingresar a Estados Unidos de manera legal y el devolverlos a México los pone en una situación de vulnerabilidad, ya que casi todos los días hay informes de violencia en la frontera mexicana.

En pocas palabras, el gobierno del presidente Joe Biden busca limitar las llegadas a la frontera y dar prioridad a los migrantes que no representan una amenaza para Estados Unidos.

*Este artículo fue creado con ayuda de Robby redacción, una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista de Pulzo.