Escrito por:  Redacción Mundo
Jul 8, 2024 - 5:59 pm

Todo empezó en la mañana del lunes 8 de julio de 2024, cuando Gustavo Petro emitió un particular mensaje de redes sociales en el que pedía la liberación de un político chileno que está siendo investigado por presuntos hechos de corrupción.

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El detenido se llama Gabriel Jadue, integrante del Partido Comunista, alcalde de la comuna Recoleta de Santiago y quien lleva cerca de un mes privado de la libertad de manera preventiva.

En consecuencia, Petro trinó con el tono que lo suele caracterizar: “Yo pido la libertad de Gabriel Jadue en Chile. Preso por la jurisprudencia de Pinochet impuesta a los seres libres”.

El mensaje del jefe del Pacto Histórico fue acompañado por un video en el que aparece Gabriela Rivadeneira, política izquierdista de Ecuador, asegurando que el sujeto no está preso por corrupto, sino por implementar un modelo comunista en su alcaldía.

Lo particular fue que Petro se metió de frente en ese asunto, pese a que Gabriel Boric, jefe de Estado de Chile, es uno de los aliados que tiene en la región, relación que no se sabe cuánto perdurará a raíz de este incidente, pues la Cancillería austral puso el grito en el cielo de inmediato.

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Alberto van Klaveren, ministro de Relaciones Exteriores del país del sur del continente, manifestó que le entregó una nota de rechazó a la encargada de Negocios de Colombia en Chile “ante los dichos del presidente Gustavo Petro”.

En ese sentido, el canciller manifestó que Petro está pasando por encima de la institucionalidad chilena.

“Se trata de declaraciones inaceptables e imprudentes, que desconocen la trayectoria democrática de nuestro país, así como la existencia de un Estado de derecho”.

Acá, la protesta en cuestión:

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