Martin fue expulsado de Indonesia por promocionar una clase online, llamada “Orgasmo tántrico para el cuerpo completo”, por 20 euros (90.000 pesos colombianos).
Su aviso se volvió viral en las redes sociales indonesias, lo que provocó la cólera de algunos grupos conservadores.
“Esta actividad potencialmente daña la reputación de Indonesia y Bali, en particular, como destino turístico, así como es irrespetuosa con las costumbres locales”, declaró el gobernador de Bali, I Wayan Koster, el domingo en conferencia de prensa con el propio Martin sentado junto a oficiales de inmigración.
“Si usted quieres volver aquí, tiene que respetar las costumbres balinesas”, le espetó el gobernador.
La Oficina de inmigración balinesa confirmó que Martin, quien había llegado a Indonesia en abril con un visado de turista, fue deportado por no respetar la cultura y las tradiciones locales.
De acuerdo a este organismo, Martin argumentó a su favor que la clase de yoga no implica ninguna actividad sexual y se centra sobre todo en la técnica de respiración. La clase fue cancelada por el escándalo.
Bali, isla con mayoría de su población hindú, ha deportado decenas de extranjeros por faltar al respeto a sitios sagrados o no cumplir con las restricciones impuestas a causa del coronavirus.
En 2020, un yogui sirio fue expulsado de Bali por haber organizado una reunión muy concurrida, violando las restricciones vigentes en la isla respecto al COVID-19.
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