La política del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, para controlar el crimen organizado en todo el país ha resultado exitosa, si de cifras se habla. El mandatario ha asegurado en diferentes pronunciamientos que la reducción de los homicidios ha sido sustancial e incluso han llegado a ceros. 

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La estrategia utilizada consiste en reducir al máximo los beneficios que los presos tenían en ese país, como las comidas, horas de luz o incluso las libertades condicionales o algún tipo de permiso. 

Bukele, aunque ha sido objeto de elogios, también ha estado enfrascado en las críticas que le hacen a su modelo, pues desde las organizaciones de derechos humanos y en diferentes países han tildado la práctica de abusiva con los reclusos. De hecho, Gustavo Petro, presidente de Colombia, arremetió contra Bukele hace unas semanas por la misma razón. 

Hace muy poco, el mandatario salvadoreño construyó una megacárcel en ese país, para recluir allí a más de 30.000 miembros de bandas criminales o pandillas. Los videos de los primeros traslados le han dado la vuelta al mundo y muchos se preguntan cómo viven, cómo duermen y cómo comen en ese lugar. Aquí le contamos más detalles sobre el complicado proceso para alimentar a esos reclusos.

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Cómo se alimentan los presos en El Salvador: deben comer con la mano

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Uno de los primeros cambios que hizo Bukele en las cárceles fue el menú. Antes los reclusos podían comer pollo, carne y hasta pescado, pero ahora no reciben ningún tipo de proteína. Solo les sirven arroz, frijoles, tortillas y huevo. 

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Una persona se encarga de llevar los platos a las celdas pero los presos no pueden comer hasta que les den la indicación. 

Además, a los reclusos no se les facilita ningún tipo de cubierto, ni siquiera una cuchara. Esto, para evitar que se puedan agredir entre ellos. Algunos optan por rezar antes de ingerir los alimentos.

Al finalizar de comer, ellos mismos son los responsables de lavar su plato y devolverlo en las mismas condiciones.