
En Japón, un país conocido por su vanguardia tecnológica y sus tradiciones culturales únicas, ha surgido un servicio que combina innovación social con un toque de calidez humana: OK Obaachan, que se traduce como “OK abuela”.
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El programa, lanzado en 2011 por la empresa Client Partners, permite contratar a mujeres de entre 60 y 94 años por una tarifa de 3.000 a 3.300 yenes por hora (aproximadamente de 80.000 a 90.000 pesos colombianos), más costos de transporte, recogió 20 minutos.
La iniciativa no solo ofrece compañía y apoyo emocional, sino que también aborda problemas sociales como la soledad, el desempleo de adultos mayores y la crisis demográfica en Japón.




¿Qué es OK Obaachan y cómo funciona?
OK Obaachan es un servicio exclusivamente femenino que emplea a unas 100 mujeres mayores para hacer una amplia gama de tareas. Estas “abuelas de alquiler” ayudan con quehaceres domésticos como cocinar recetas tradicionales japonesas, limpiar, cuidar niños o incluso enseñar caligrafía.
Sin embargo, su rol va más allá de lo práctico: muchas veces son contratadas para brindar apoyo emocional, como mediar en conflictos familiares, ofrecer consejos de vida o simplemente estar presentes en momentos difíciles, como rupturas amorosas o decisiones importantes.
Por ejemplo, algunos clientes han solicitado que una “abuela” los acompañe durante conversaciones de ruptura para proporcionar un ambiente de calma y apoyo moral.
El servicio responde a una necesidad creciente en Japón, donde la estructura social ha cambiado drásticamente. La urbanización, el aumento de hogares unipersonales y la disminución de familias extensas han dejado a muchas personas, especialmente jóvenes, sin redes de apoyo familiar.
Al mismo tiempo, las “abuelas” encuentran en OK Obaachan una oportunidad para mantenerse activas, obtener ingresos adicionales y recuperar un sentido de propósito, alineado con el concepto japonés de ikigai (razón de ser).
Por qué se creó: la crisis demográfica y económica de Japón
Japón enfrenta una de las tasas de envejecimiento más altas del mundo, con un 29.1 % de su población mayor de 65 años en 2022, y se espera que esta cifra alcance un tercio para 2050. La baja tasa de natalidad, combinada con una alta esperanza de vida, ha provocado una pirámide poblacional desbalanceada, con menos jóvenes para sostener el sistema de bienestar social.
La soledad también se ha convertido en una “epidemia silenciosa” en Japón. Se estima que para 2050, el 20 % de los adultos mayores vivirán solos, un problema que el gobierno japonés busca abordar para evitar casos de kodokushi (muerte solitaria).
En este contexto, servicios como OK Obaachan no solo ofrecen una solución práctica, sino que también fomentan la conexión humana, combatiendo el aislamiento social.
Sin embargo, la iniciativa ha causado controversia. Por un lado, muchos celebran la iniciativa por empoderar a mujeres mayores, permitiéndoles contribuir a la sociedad y mantenerse activas. Por otro lado, críticos argumentan que comercializar vínculos humanos, especialmente con personas de edad avanzada, puede ser éticamente cuestionable.
Algunos expresan preocupación por la salud de las trabajadoras, considerando que muchas superan los 90 años, mientras que otros ven el servicio como una forma de explotar la vulnerabilidad económica de los mayores.
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