“El terrorismo nuclear y radiológico ha sido parte de la ideología apocalíptica de los supremacistas blancos durante décadas”, asegura Jayita Sarkar, profesora adjunta de relaciones internacionales en la escuela Frederick S. Pardee, de la Universidad de Boston, en un artículo publicado por The Washington Post.

Dicha aseveración cobra relevancia en la actualidad, cuando supremacistas blancos advertidos por el nuevo presidente Joe Biden amenazan con hacerle la guerra a quien derrotó a su ‘líder’ Donald Trump.

Las autoridades judiciales anunciaron al mismo tiempo la inculpación de un partidario de Donald Trump luego que en su empresa se hallaran 5 bombas artesanales que según el acta de acusación iban a ser empleadas para atacar a demócratas.

El Departamento de Seguridad Interior aseguró que su alerta no estaba motivada por “informaciones sobre un complot específico creíble”, sino más generalmente por un “clima de amenazas” presente en todo el país y que puede durar varias semanas.

“Información sugiere que algunos extremistas violentos movidos por la ideología -con objeciones al ejercicio de la autoridad gubernamental y la transición presidencial-, así como por otros agravios alimentados por falsedades, podrían seguir movilizándose para incitar o cometer violencia”, dijo el Departamento en un comunicado.

Las armas nucleares no son exclusivas del extremismo islámico

La autora del artículo de The Washington Post señala que las amenazas con armas nucleares y radiológicas (sustancias radiactivas usadas por terroristas para contaminar el agua, el aire o el suelo) no son exclusivas de grupos por fuera de Estados Unidos, sino que se ha comprobado que los grupos de extrema derecha de ese país se han intentado proveer de “sustancias radiactivas y armas nucleares para usar en contra del gobierno federal”.

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La columnista cita al grupo neonazi Atomwaffen Division (que traduce ‘división de armas atómicas’), que en el pasado ha intentado acceder a materiales de este tipo, que son prohibidos, para hacer daño.

El Departamento de Seguridad Interior de EE. UU. fue creado luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001 y publica regularmente este tipo de advertencias, pero por lo general están ligadas a amenazas de origen extranjero, sobre todo yihadistas.

Es la primera vez que un boletín de alerta antiterrorista tiene que ver con una amenaza interna, dijo a la agencia AFP uno de sus portavoces.

Este cambio obedece al discurso de Biden, que durante su toma de posesión, el 20 de enero, prometió “derrotar al supremacismo blanco y el terrorismo interno”.

Supremacistas blancos están frustrados porque Trump no está en el poder

“Me congratulo de que el departamento reconozca plenamente la amenaza planteada por la extrema derecha violenta”, que fue “alentada durante los últimos cuatro años”, dijo el legislador demócrata Bennie Thompson, que preside la comisión de Seguridad Interior de la Cámara de Representantes.

El expresidente republicano Donald Trump ha sido reiteradamente acusado de ser complaciente con la derecha radical, algunos de cuyos miembros estaban en primera línea durante el asalto al Capitolio del 6 de enero.

“Terrorismo doméstico disfrazado de patriotismo”, dice el siguiente trino:

Según el comunicado, los extremistas violentos crearon crecientes amenazas en Estados Unidos durante el último año, impulsados por las restricciones impuestas por la pandemia de covid-19, la derrota de Trump ante Joe Biden en noviembre, la brutalidad policial y la inmigración ilegal.

El Departamento de Seguridad Interior cree que esas motivaciones podrían seguir existiendo en los próximos meses y que el asalto al Congreso, que dejó cinco muertos, podría animar a los extremistas a “apuntar a funcionarios electos e instalaciones del gobierno”.

El Departamento subraya que protegerá “las infraestructuras críticas” y a las “poblaciones que podrían ser blanco de ataques en razón de su religión, raza, origen, identidad u opinión política”.

Pero también invita a los estadounidenses a permanecer vigilantes. “Presten atención a su entorno y a su seguridad personal. Conserven los contactos de emergencia y otras informaciones esenciales”, recomienda.

El lunes, el Departamento de Defensa ya había anunciado que los miles de soldados desplegados para la toma de posesión de Biden permanecerían en Washington hasta marzo.