De acuerdo con las primeras investigaciones del caso, el joven empleado rechazó atender al hombre, quien deseaba comprar un paquete de cervezas, debido que no llevaba puesto el tapabocas, como lo exigen las medidas sanitarias.

Enfadado, por la actitud del trabajador, el acusado se marchó de la gasolinera dejando las bebidas alcohólicas en el mostrador. Sin embargo, regreso una hora después portando de mala manera la mascarilla.

La policía, de igual manera, señaló que tras pedirle nuevamente que usara el elemento de protección el hombre sacó un revólver de su bolsillo y le disparó al joven de 20 años, quien murió al instante.

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Pese a que huyó del lugar de los hechos, el sospechoso se presentó al día siguiente en la comisaría y declaró que se sentía “acorralado” por las medidas restrictivas contra la pandemia del COVID-19, ya que consideraba que estas violentaban sus “derechos”.

Los investigadores registraron el apartamento del sujeto en el que encontraron el arma homicida, así como otras municiones. El alcalde de Idar-Oberstein, Frank Frühauf, lamentó este acto “terrible”, mientras que los residentes colocaron flores y velas frente a la estación de servicio.

La policía, por último, no precisó si el hombre forma parte del movimiento “Querdenker” (Libre Pensadores), que se ha convertido en la principal oposición contra las restricciones sanitarias impuestas en Alemania.