Sin embargo, el área no terminó de ser construida ni dotada con las condiciones que se ofrecían a quienes optaran por instalarse en ese lugar y no en los lujosos hoteles de Doha.
(Vea también: “Así mean hombres y mujeres; la peor cultura de la Tierra”: argentino Carroza, en Catar)
Lo particular es que se promocionó como el alojamiento más barato del país al tener un precio de 200 dólares por noche, equivalentes a un millón de pesos colombianos al cambio actual.
Y a pesar de estar a medias, la famosa ‘fan village cabins’ empezó a ser ocupada por turistas de todo el mundo que al no tener otra opción, deben recibir los improvisados cuartos en un estado que no se compadece con el precio que pagaron por ellos.
Así lo dio a conocer el periodista argentino Pablo Carrozza mediante su canal de Youtube, pues está hospedado en uno de esos habitáculos.
“Las condiciones son totalmente indignas, pagamos 200 dólares por noche y miren la basura que hay en el Catar”, se quejó.
Luego, agregó: “Estamos a 10 minutos de Doha, en el medio del desierto, esto lo hicieron para el Mundial y acá mismo duermen los obreros, en una carpa que debía ser restaurante”.
Sin embargo, los testimonios más fuertes estuvieron a cargo de hinchas entrevistados por el comentarista, pues lamentaron lo que recibieron a cambio de su dinero.
Villa de fans de Qatar 2022 “es un asco”, según hinchas
Un hombre de México mostró su indignación por lo que le dio la organización. De hecho, mostró el video de su habitación, sucia y apenas con el tablado de la cama.
“Era un terrible asco. No había agua y tenía fugas. Tuve que salir a comprar sábanas, almohadas, papel de baño”, comentó sobre la pieza que le asignaron.
Y culpó a la Fifa: “Es un asco lo que está haciendo Fifa con nosotros, no nos merecemos esto. Por lo que pagamos, merecemos algo a cambio”.
Entre tanto, una mujer de Argentina relató una historia similar: “Llegamos a las 11 de la noche y no había sistema. Nos entregaron la habitación a las 4:30 de la mañana”.
Y detalló: “Nos entregaron un contenedor en construcción, sin sábanas, toallas, almohadas, agua caliente, aire acondicionado desconectado, sin condiciones de higiene… El colchón estaba lleno de aserrín. El baño, la mugre que tenía… En mi vida había visto algo así. Estaba todo lleno de maderas, cables, herramientas”.
Luego, se lamentó por todo lo que gastó: “200 dólares por noche, son 1.200 en una semana, hagan el cálculo para dormir en una cosa que es un desastre”.
Sin embargo, apuntó que debió amenazar para que le dieran algo mejor: “Les dije que si no me solucionaban el tema, yo me comunicaría con el Estado argentino porque no teníamos donde dormir. Así que nos dieron otra habitación”.
“No puedo creer que eso esté habilitado, es un escándalo”, concluyó.
En video, el informe completo (testimonios, minuto 24:05):
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