La relación entre el actor Variel Sánchez y la también actriz Estefanía Godoy se ha consolidado como una de las más sólidas y admiradas del mundo del entretenimiento en Colombia.
Con más de una década de matrimonio, han formado una familia junto a sus hijos, Valentín y Ramón, construyendo un hogar basado en el amor, el respeto y la complicidad. Sin embargo, no todo ha sido felicidad: también han tenido que afrontar momentos profundamente dolorosos que han marcado su historia como pareja.
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Variel Sánchez relató la pérdida de su segundo hijo
Uno de los episodios más duros que vivieron fue la pérdida de un bebé, una experiencia devastadora que coincidió con la participación de Variel en el ‘reality’ ‘Masterchef celebrity‘. En una reciente entrevista para la sección ‘Los Enredados‘ de Caracol Televisión, conducida por el periodista Duver Tovar, el actor habló con tristeza sobre ese momento que, según él, transformó su vida para siempre.
“Fue un golpe muy duro. Yo estaba trabajando muchísimo y no podía renunciar. En medio de todo, perdimos a nuestro segundo hijo… Fue algo muy fuerte”, confesó conmovido.
La tristeza, el agotamiento y el malestar emocional comenzaron a dominar sus días, al punto de sentirse vacío, a pesar de contar con una familia y una carrera exitosa. “Me preguntaba: ‘¿Cómo es posible extrañar tanto a alguien que ni siquiera conociste?’”, reflexionó.
Con el paso del tiempo, Variel logró reencontrarse consigo mismo al reconocer el valor de lo que tenía: una esposa amorosa, dos hijos maravillosos y la oportunidad de seguir adelante. Fue entonces cuando comenzó a notar una presencia especial en su vida: la de los colibríes.
Durante un viaje a Estados Unidos, se despertó con una sensación de tristeza, hasta que abrió la ventana y vio un colibrí suspendido frente a él. “Me rompí a llorar. Desde ese día, los colibrís comenzaron a aparecer constantemente. Todo empezó a girar en torno a ellos. Me tatué uno; es el único tatuaje que tengo”, contó
Desde entonces, asegura que estas aves llegan a su hogar todos los días, a la misma hora. “Es muy loco. A veces, en medio de una discusión con mi esposa o en un momento difícil, aparece un colibrí. Yo digo que es Ángel, porque así se iba a llamar nuestro bebé”.
Aunque admite que no sabe si es real o una manifestación emocional, para él es un símbolo sanador. “Me ayudó a superar este episodio”, concluyó con serenidad.
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