Como informó TMZ, el cantante fue encontrado muerto en su casa ubicada en San Fernando Valley, Estados Unidos, por una aparente sobredosis. Fue uno de sus amigos quien realizó la llamada al 911 desde el domicilio y todo indicaba que la emergencia se había dado por un paro cardiaco.
A pesar de todo lo que estaba pasando con su carrera, Miller no estaba bien emocionalmente. En una entrevista con la revista Vulture el rapero dijo:
“No se trata específicamente de depresión localizada y reaccionaria, sino de prestar atención a las epifanías silenciosas y entrenar tu cerebro para resistir las bajas naturales (…) Realmente no me gusta la felicidad y tampoco quiero tristeza. No quiero estar deprimido, quiero poder tener buenos y días malos”, mencionó Miller.
Además, dijo cómo cambiaban sus estados de ánimo y lo que sentía con ellos.
“No me puedo imaginar no levantarme a veces y decir: ‘No tengo ganas de hacer una mierda’. Y luego, tener días en los que te despiertas y te sientes en la cima del mundo (…) Ahora estoy en las nubes, bajando cuando me quedo sin gasolina. Mi fuerza es ‘Swimming’, pero nunca me quedo sin combustible”, concluyó el artista.
El cantante falleció a los 26 años y durante varios años enfrentó problemas con las drogas. Incluso, TMZ mencionó que fue a raíz de su ruptura con Ariana Grande que los problemas aumentaron para el músico: conducía ebrio, huyó de la policía y fue arrestado.
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