Encerrados y a su suerte están tres periodistas del sur de Córdoba que han publicado denuncias de corrupción y entramados políticos durante por lo menos 20 años. Tras el asesinato de Rafael Moreno el pasado 16 de octubre, los reporteros Yamir Jhan Pico, de Caribe Noticias 24/7; Walter Álvarez, de los medios Conexión Noticias y Reportero del San Jorge; y Organis Cuadrado, de Organis Noticias, han recibido amenazas directas o mensajes de terceros sobre que su vida está en riesgo.

Menos de dos horas después del asesinato de Moreno, a Organis le llegó un mensaje de texto: “Van por ti también. Te van a matar a ti también”. Un día después a la casa de Yamir, quien además es primo de Rafael, llegó un panfleto: “El próximo es su esposo. No más periodistas extorsionistas”, dice. A Walter las amenazas le han llegado de manera indirecta. “Varias personas del pueblo me han dicho que no dé papaya, que me van a matar, que vea lo que le pasó a Rafael, que ellos saben por qué me lo dicen”. Ninguno sabe con certeza de dónde vienen las amenazas, pero tienen sospechas.

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Recientemente, Rafael, Oganis, Walter y Yamir habían trabajado colectivamente en investigaciones relacionadas con la Gobernación de Córdoba y obras públicas en Puerto Libertador y San José de Uré.

Una de esas investigaciones, publicadas en septiembre pasado, está relacionada con irregularidades en la construcción vías públicas en San José de Uré y con el Clan Calle, familia liberal del departamento. “Los consorcios encargados de vías públicas de San José de Uré no le están comprando a canteras certificadas, sino que usan maquinaria para sacar material de la Quebrada Uré en inmediaciones de la Hacienda Marcerlo” explica Yamir. Esa hacienda pertenece a Gabriel Calle Demoya, padre del representante a la Cámara Andrés Calle y quien ha sido investigado por la Fiscalía por corrupción.

“En ese tema trabajamos los cuatro con unos defensores ambientales. Rafael puso la denuncia en Fiscalía, nosotros fuimos al lugar a grabar videos de cómo extraían material. Los consorcios respondieron a un derecho de petición que le compran a la Asociación de Areneros de Bocas de Uré, pero la asociación dice que no le ha vendido ni un grano de arena a obras públicas de San José. Todo esto causó molestias en poderosos”, señala Yamir.

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Por eso los periodistas consideran que el asesinato de Moreno y las amenazas que han recibido están relacionados con los implicados en esas investigaciones. Además, denuncian que pese a las alertas que han lanzado públicamente, aún no reciben medidas de protección efectivas por parte de las instituciones.

Amenaza contra Ordanis Cuadrado.Cortesía
Amenaza contra Ordanis Cuadrado.Cortesía

“Combatir la corrupción aquí es muy difícil. La Unidad Nacional de Protección (UNP) les retira el esquema a las personas por persecución política Rafael tenía un hombre de protección, pero aún no sabemos porque no estaba con él en el momento del asesinato”, asegura Organis, quien denuncia corrupción dentro de esa entidad.

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Por su parte Yamir, quien tiene esquema de seguridad con escoltas y carro, añade que la UNP no le ha girado el dinero para el combustible y por eso no ha podido abandonar de la ciudad.

Esta preocupación sobre la gasolina, entre otras, se la expresó Organis al director de la UNP, Augusto Rodríguez, durante una visita a Bogotá este fin de semana en la que cumplía un compromiso que tenía con Rafael en el Festival Gabo sobre periodismo.

También habló con Monserrat Solano Carboni, representante adjunta de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, sobre la libertad de prensa en la región.

Walter, quien nunca ha tenido protección, cada vez que se siente en riesgo les baja el volumen a sus denuncias, se queda quieto un tiempo y deja de hacer periodismo. “En esta región no hay garantías para hacer este trabajo. Aquí todo el mundo anda con miedo y a veces uno piensa que solo va a poder hacer periodismo ecológico y deportivo”, dice.

Ante la falta de medidas de protección efectivas, saben que tienen pocas opciones: continuar su labor, esperar a que el riesgo merme para seguir las investigaciones o dejar de lado su trabajo periodístico. Esta última no la consideran ni Yamir ni Organis. Walter sí lo ha pensado, por temor a que el riesgo afecte a sus seres queridos.