Más de cuatro décadas con empleados que en su mayoría llevan 10 años, o más, dedicando su trabajo a ofrecer una experiencia gastronómica a los habitantes de la capital, fueron motivación suficiente para que los propietarios del lugar tomaran esta inusual decisión.

Los empleados, que ahora serán los dichosos dueños del restaurante, tienen el reto de mantener el estilo con el que se fundó Longaniza el 8 de septiembre de 1976, que le dio el éxito en el momento, y que lo mantiene como una de las paradas obligadas para los amantes de la carne, especialmente.

El primer establecimiento se abrió en la calle 93 con carrera 15. Luego de unos años, se mudó a la carrera 16. Ahora, su sede está en la glorieta de Siberia, a las afueras de Bogotá.

El restaurante mantiene un 80 % de su menú original y la punta de anca sigue siendo el plato estrella.

El dueño que donó a los empleados la propiedad del restaurante comentó: “Ha sido exitoso gracias a quienes trabajan en Longaniza, y se los doné porque sin duda se lo merecen. Y no dudo que va a ser aún más exitoso por esto”.