“Fue un flechazo bastante rápido, en un momento en el que mi mamá se separa de mi padrastro y decide irse a Estados Unidos. Yo conocí a Gregorio (Pernía) y una de las cosas que me cautivó de él era que me daba la sensación de seguridad”, comentó la actriz en el programa ‘Se dice de mí’ del canal Caracol.

Según Pernía, la relación era muy buena, pues se complementaban el uno al otro, tenían mucha compatibilidad y compartían las decisiones.

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Por su talento y juventud, la relación de Mar y Pernía era tan mediática que una mánager mexicana los contacto para ofrecerles trabajo en Televisa. No obstante, Marcela se dio cuenta que estaba embarazada, por lo que no pudo concretar la producción.

La noticia del embarazo de la pareja no fue muy bien recibida por la mamá de Marcela, debido a que ella tenía 21 años. Sin embargo, la solidez de la relación hizo que ambos actores desearan tener al bebé, e incluso vendieron rosas para poder sostenerse en Miami.

 “Me encontré un señor en la playa que tenía una cosa de flores y me vendía 25 rosas a 2 dólares con 50, y yo vendía a 8 dólares la docena. Salgo a vender las rosas y va Marcela con su barriguita, en la camioneta, viéndome vender las flores y nos hacíamos un buen dinero”, relató el actor.

El romanticismo de Gregorio y el buen dinero que hacían con la venta de rosas les alcanzó para irse a vivir en un “castillo de cristal”.

“Salgo en una camioneta que compramos y veo un edificio que se llama Cristal House y dije ‘uff, acá es’”, contó el actor. La emoción fue enorme porque era un “apartamento precioso, al frente del mar”, lo que hizo que la pareja, junto a su hijo, vivieran enamorados y llenos de felicidad.

Cuando regresan a Colombia, las cosas siguen mejorando, pues las carreras artísticas de ambos actores se consolidan pues él estuvo en ‘Yo amo a Paquita Gallego’, mientras que ella trabajo en ‘Pedro el escamoso’.

No obstante, todo tiene su final y la relación de los actores no fue la excepción. Tras 6 años juntos, la pareja se empezó a deteriorar, en gran parte por los compromisos laborales de ambos.

“Somos dos seres humanos completamente diferentes (…). Las 2 personas crecen por un camino diferente, y ese ‘timing’ que es lo que hace que se dé una relación amorosa, llegó a su fin”, comentó Marcela.

Actualmente, Marcela Mar y Gregorio Pernía mantienen una buena relación, entre lo amistoso y formal, pues su hijo Emiliano sigue siendo una de las prioridades de sus vidas.

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