El impactante hallazgo del cuerpo momificado de Humaira Asghar Ali, actriz y modelo pakistaní de 42 años, ha sacudido profundamente a la industria del entretenimiento y a la opinión pública de su país y el mundo. Su cadáver fue encontrado el pasado 8 de julio de 2025 en su apartamento en Karachi, en avanzado estado de descomposición, lo que sugiere que llevaba entre ocho y diez meses muerta sin que nadie notara su ausencia.
(Vea también: Esta fue la última publicación de la actriz a la que hallaron sin vida, luego de meses desaparecida)
El descubrimiento se produjo cuando autoridades judiciales acudieron a desalojarla por falta de pago del arriendo. Al no recibir respuesta en la puerta, la policía de Gizri y un funcionario judicial forzaron la entrada y se encontraron con una escena sobrecogedora: la vivienda estaba completamente cerrada desde dentro y el cuerpo de Humaira yacía sin vida, solo y sin señales visibles de violencia.
De acuerdo con ‘The Times of India‘, la autopsia inicial descartó signos de agresión o intoxicación, lo que sugiere una muerte natural o accidental. Posteriormente, un informe forense hecho por el Centro Internacional de Ciencias Químicas y Biológicas de la Universidad de Karachi, y citado por Dawn, reveló que no había rastros de sustancias tóxicas ni medicamentos en sus órganos.
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Gracias al uso de tecnologías avanzadas como la cromatografía de gases y la espectrometría de masas (GC-MS), los peritos concluyeron que la actriz falleció sin intervención de terceros.
Más allá de las causas de su muerte, lo que ha conmocionado aún más es el completo silencio que la rodeó durante meses. El 7 de octubre de 2024, Humaira intentó contactar a por lo menos 14 personas, entre ellas un reconocido director de televisión. No obtuvo respuesta alguna.
Desde ese momento, no hubo más actividad en sus dispositivos: tres celulares, una tableta y una agenda personal permanecieron inactivos. Dos de los teléfonos ni siquiera tenían SIM activas y los registros electrónicos cesaron en ese mismo mes.
Su última publicación en Instagram data del 30 de septiembre de 2024, cuando compartió dos imágenes promocionales. En una de ellas posaba con un traje tradicional y escribió: “Lo clásico casi nunca pasa de moda”. En la otra, promocionaba un producto para el cabello con la frase: “Nunca estás completamente vestida sin un cabello hermoso, es tu mejor accesorio”.
A pesar de tener más de 700 mil seguidores y una carrera destacada en televisión, donde participó en telenovelas y ‘reality shows’ como ‘Gran Hermano‘, nadie reportó su desaparición.
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Incluso cuando los vecinos alertaron por un olor extraño en diciembre de 2024, el propietario del apartamento asumió que la inquilina estaba fuera del país. El suministro eléctrico ya había sido cortado por falta de pago, y los alimentos en la cocina llevaban vencidos desde septiembre.
¿Qué dijo la familia de la fallecida actriz?
Lo que ha indignado profundamente a la ciudadanía fue la respuesta de la familia de Humaira. Al ser informados por la policía, su padre, el Dr. Asghar Ali —un médico militar retirado—, declaró que habían roto relaciones con ella hace tiempo y que no tenían interés en reclamar el cuerpo. Esta frialdad obligó al Departamento de Cultura de Sindh a hacerse cargo del sepelio.
Varias figuras del espectáculo, como Yashma Gill y Sonya Hussyn, asistieron a la ceremonia y lamentaron públicamente el trágico final de quien en vida fue una figura reconocida. El cuerpo fue finalmente trasladado a Lahore para su entierro.
Además, según ‘Pakistan Today‘, un tribunal solicitó examinar los estados financieros de la actriz para verificar si hubo movimientos bancarios tras su fallecimiento, una medida que busca descartar negligencia o posible fraude.
Syed Asad Raza, subdirector general de Karachi Sur, afirmó que “hasta el momento no hay indicios de crimen ni suicidio”, aunque la investigación sigue abierta. La única anomalía hallada fue un rastro de sangre en la ropa de la actriz, que podría deberse a una picadura de insecto o un accidente menor en el hogar. Aun así, el caso de Humaira Asghar deja al descubierto una dura realidad de abandono, indiferencia y olvido.
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