El actor Alec Baldwin, que disparó el arma que provocó la muerte de una cineasta en el set de la película ‘Rust’, “jugó a la ruleta rusa” cuando manejó un arma sin respetar las normas de seguridad vigentes en la industria cinematográfica, dice un compañero de rodaje en una demanda presentada en su contra este miércoles en Los Ángeles.

Mamie Mitchell, guionista del filme, es el segundo miembro del equipo de filmación en presentar una querella contra Baldwin y los otros productores. Hace una semana, el jefe técnico de iluminación de la película, Serge Svetnoy, demandó por negligencia a Baldwin, a la producción y a la armera.

(También puede leer: Arrestan al actor Alec Baldwin por pelear por un parqueadero)

Mitchell, que pidió asistencia inmediatamente después del incidente, dijo que sufría de “angustia emocional” y otras perturbaciones por el daño “causado intencionalmente” por la producción.

“Los eventos que llevaron al disparo de un arma cargada por parte del señor Baldwin no son mera negligencia”, advirtió la abogada de la guionista, Gloria Allred, en una conferencia de prensa en Los Ángeles.

Lee También

“Al contrario, desde nuestro punto de vista, el señor Baldwin eligió jugar a la ruleta rusa cuando accionó un arma sin haberla revisado y sin que el armero lo hubiera hecho en su presencia“, argumenta la abogada. “Su comportamiento y el de los productores de ‘Rust’ fue peligroso”.

¿Quiénes más están investigados por el mismo caso?

También son objeto de la demanda el subdirector, David Halls, que entregó el arma a Baldwin diciéndole que era inofensiva, y la armera del plató, Hannah Gutierrez-Reed, responsable de las armas utilizadas por el equipo.

La joven de 24 años ha afirmado repetidamente que no estaba al tanto de la presencia de munición real en el set. Esta bala real estaba en el revólver de Baldwin mientras ensayaba una escena, y atravesó el cuerpo de Hutchins e hirió al director del film, Joel Souza.

Normas de seguridad no se tuvieron en cuenta

El señor Baldwin y los [otros] profesionales experimentados sabían que el arma en cuestión nunca debería haberle sido entregada por el subdirector“, sino por la armera, afirmó Allred.

El actor “no podía, por tanto, confiar en ninguna declaración del ayudante de dirección sobre la inocuidad del arma“, reprochó.

Las normas de seguridad vigentes en la industria cinematográfica de Estados Unidos estipulan que el armero debe mostrar explícitamente al actor que el arma es segura y luego entregársela directamente.

El señor Baldwin sabía que esa era la regla y que no se seguía. Y no comprobó el arma él mismo”, añadió la abogada.