El actor tenía problemas con el alcohol desde hacía muchos años. De hecho, en 2002, cuando su fama estaba en el punto más alto luego de interpretar a ‘Mini-Me’, terminó en un hospital por otra intoxicación etílica. Además, el año anterior había entrado a un centro de rehabilitación, pero no funcionó el tratamiento, informa El País.

El artículo continúa abajo

El día de su internamiento, un amigo cercano a Troyer llamó a los paramédicos para decir que el actor estaba ebrio y con “pensamientos suicidas”. Por eso, en el comunicado que dio a conocer su muerte, dicen que “la depresión y el suicidio son asuntos muy serios”.

En el comunicado, que fue publicado en la página oficial del actor en Facebook, la familia también recuerda a Troyer como un hombre que quería sacarle una sonrisa a todo el mundo, hacerlos felices y hacerlos reír. Además, dice que fue una inspiración para muchas personas debido a su actitud y su determinación.