Cumplir el sueño de terminar de pagar el Icetex se le convirtió en una situación incómoda a Andrés Silva, joven colombiano que decidió compartir en sus redes sociales su odisea por ‘chichiguas’ que se convirtieron en un dolor de cabeza. Luego de esta situación, la entidad le respondió en sus redes sociales.

Según contó en sus redes sociales, él pagó siempre sus cuotas a tiempo y un día, aunque todavía tenía seis cuotas por delante, decidió hacer el abono total para cancelar la deuda con esta entidad que le presta a los estudiantes del país.

Luego de unos días revisó que todo hubiera quedado en regla, pero se percató que había un saldo pendiente: “Tenía un recibo por $ 3.000 y punta por intereses de mora y una cifra irrisoria de capital pendiente. No hubo rollo, pagué el recibo y me olvidé de eso. Eso fue en los primeros días de marzo”.

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Aunque pensó que todo había terminado, Andrés relató que recientemente se dio cuenta que no todo estaba saldado y lo que le sucedió después lo sacó un poco de quicio.

Icetex reportó a un joven en centrales de riesgo por 53 centavos

Iniciando mayo, es decir, dos meses después, el afectado llamó para pedir un paz y salvo. Sin embargo, al solicitarlo le informaron que tenía una deuda por 53 centavos. Esa cifra tenía, además, 50 días de mora, lo que implica unos intereses.

“Me instan a pagarlos de inmediato, pues ya tengo un reporte negativo por 30 días de mora y, si no pago pronto, serán 60. Por la cantidad, no me llamaron a cobrar, pero el sistema reporta automáticamente que hay sumas que se adeudan, así sean tan ridículas, como la mía”, contó el joven.

La odisea no paró ahí. Aunque la cifra a pagar era menor a un peso, le indicaron que debía cancelar 50 pesos, la denominación más baja de la moneda colombiana, pero esto solo lo podría hacer en una oficina. Si quería pagar virtual, debía cancelar 1.000 pesos por PSE, es decir, 2.000 veces más que el valor de la deuda.

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A pesar de que esta entidad recibe mucho dinero a diario, cuenta el afectado que la persona que lo atendió le dijo que “pague los $ 1.000, que desista a mis vueltas y que los disculpe. Que esto suele pasarle a mucha gente pero que así me los quito de encima”.

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El joven asegura que ya hizo el pago de los 1.000 pesos, pero que esta es la muestra de lo que pueden vivir muchísimas más personas que pueden terminar reportadas en Datacrédito o Cifin, dos centrales de riesgo.

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