Por: El Espectador

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Este artículo fue curado por Santiago Buenaventura   Ago 11, 2023 - 5:06 pm
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Ese sería el último concierto de Gustavo Cerati en Colombia. El público de la Plaza de Toros La Santamaría parecía saberlo. No quería dejarlo ir. Tampoco era una noche normal. Al cantante argentino se le dañó una cuerda de su guitarra y participaría por primera vez en una parranda vallenata.

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Julio Correal lo había traído a Bogotá y esperaba el cierre del concierto. Estaban contentos por el éxito del evento y después de medianoche era el cumpleaños de Taborda, su ingeniero de sonido. Se montaron en una van hacia el hotel Dann Carlton de la 104 con 15, recorrieron las calles de Bogotá y en la Calle 53 a Cerati se le ocurrió llevarle un conjunto vallenato a Taborda porque sabía que le gustaba.

Subieron a los primeros que vieron en la calle. Los músicos tomaron aguardiente con el mismo entusiasmo que les produciría tomar con cualquier otro cliente. A la llegada al hotel se encontraron con que la gerente no quería ruido esa noche. Correal negoció con ella como si se tratara de un concierto que estuviera montando a última hora.

El cumpleañero recibió emocionado la sorpresa y pidió algunas canciones que le gustaban como “La gota fría”. La parranda se extendió hasta las tres de la mañana y Cerati no se sabía ningún tema, hasta que lo sorprendió reconocer la de “Los caminos de la vida”. Acto seguido, exclamó:

─!Ah, mirá, la canción de Los Fabulosos (Cadillac), boludo!

Julio se rio y lo inquirió.

─¡Eso es un vallenato famoso, huevón!

Todos soltaron la risa.

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La confusión de Gustavo Cerati con los “Los caminos de la vida”

Cerati se había confundido por la versión que Vicentico lanzó en 2004 como cabeza de su álbum “Los Rayos”, que en plataformas registra al día de hoy más de 200 millones de reproducciones. Era el segundo trabajo como solista después de haberse alejado de Los Fabulosos Cadillac, que nunca anunciaron su separación, por lo que el público seguía llamando a sus integrantes por ese nombre.

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El verdadero compositor de la canción es el vallenato Omar Geles y fue interpretada por primera vez en la voz de Jesús Manuel Estrada, lanzada en 1993 por la agrupación vallenata Los Diablitos, a la que ambos pertenecían. La canción fue un éxito, tanto la original como la versión del rock argentino años después. En ese país aún creen que la canción es autoría de Vicentico o de Los Fabulosos. Cerati era uno de los que desconocía su origen, así como aquellos músicos vallenatos tampoco sabían para quién estaban tocado esa noche.

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