La boda se llevará a cabo en la capilla de San George del castillo de Windsor el 19 de mayo.

Esto es lo que sabemos hasta ahora:

El lugar

La feliz pareja se casará en el castillo de Windsor, una residencia real de más de 900 años, situada al oeste de Londres.

La ceremonia se llevará a cabo a mediodía (11H00 GMT) en la capilla de San Jorge, donde reposan 11 monarcas, incluyendo Harry VIII y Carlos I, y que generalmente está abierta al público.

El deán de Windsor, David Conner, oficiará el servicio, mientras que el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, líder espiritual de la Iglesia de Inglaterra, se encargará de tomar los votos matrimoniales.

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Asuntos reales

La reina Isabel II tuvo que aprobar la boda. La ley británica estipula que el monarca debe dar su bendición al casamiento de las seis personas que le siguen en la línea de sucesión al trono si quieren retener su lugar.

Harry ocupa actualmente el quinto lugar por detrás de su padre, el príncipe Carlos, su hermano mayor William y los dos hijos de este, pero pronto será desplazado hasta el sexto lugar por el nacimiento de su tercer sobrino.

Markle, por su parte, tuvo que ser bautizada en la Iglesia de Inglaterra por el arzobispo de Canterbury.

La decisión fue tomada por respeto al papel de la Reina Isabel como Gobernadora Suprema de esta Iglesia.

La lista de invitados

Unas 600 personas han sido invitadas a asistir a la ceremonia y a la recepción-almuerzo en el salón San George del castillo de Windsor.

Todavía no se sabe quién será el padrino de Harry ni la dama de honor de Markle.

Alrededor de 200 invitados irán por la noche a una fiesta más restringida en Frogmore House, una residencia real al sur del castillo.

Otras 2.640 personas fueron invitadas a los aledaños del castillo de Windsor para ver la llegada y salida de los novios en carroza, incluyendo representantes de organizaciones caritativas y veteranos militares.

Se cree que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la primera ministra británica Theresa May no han sido invitados.

La residencia oficial de la pareja, el palacio de Kensington, alegó que se consideró innecesario establecer “una lista oficial de líderes políticos” invitados.

El público

La policía espera que 100.000 personas lleguen a Windsor para la ocasión, y se espera que la boda real impulse el turismo.

Los visitantes deben prepararse a ser registrados por la policía, que va a instalar barreras viales como parte de un importante dispositivo de seguridad.

Habrá puestos de comida, pantallas de video y entretenimiento en vivo, con servicios adicionales de tren y 6.000 plazas más de aparcamiento.

En todo el país, el gobierno ha permitido que los pubs abran hasta la una de la mañana, dos horas más de lo habitual.

La final de Copa del fútbol inglés también se disputará ese día.

Según la consultora Brand Finances, la boda podría aportar 1.000 millones de libras (1.400 de dólares, 1.150 de euros) a la economía del Reino Unido este año, una tercera parte en turismo.

Tarta, flores, fotos

Si bien el vestido de la novia sigue siendo un secreto celosamente guardado, el Palacio ha dado detalles de la tarta y las flores elegidas.

El pastel será de saúco de limón, cubierto de crema y decorado con flores frescas, obra de la pastelera Claire Ptak, una estadounidense afincada en Londres.

La diseñadora floral Philippa Craddock decorará la capilla de San George y el salón del banquete con plantas de las praderas de flores silvestres de Londres y follaje del gran parque Windsor.

El fotógrafo oficial de la boda es Alexi Lubomirski, quien ya se encargó de las fotos oficiales de compromiso.

En lugar de regalos, la pareja ha pedido hacer donativos a siete organizaciones benéficas.

Con AFP