Semana conoció de cerca la historia de Jhonier Leal, aparentemente, luego de conversar con algunos conocidos de él y a su familia, con los que tuvieron contacto desde hace varios años, incluso, cuando sus padres se separaron (explicaron la supuesta razón).
Jhonier Leal nació en Cartago, Valle del Cauca, en 1973 y fue registrado en la Notaría Primera de ese municipio como Yhonier Rodolfo Leal Hernández (así aparece en sus documentos).
Según la revista, que no cita a una persona específica, quienes lo conocieron recuerdan que en su época de adolescencia era “poco amigo del trabajo y el estudio”, mientras que su hermano menor (Mauricio Leal) se esforzaba por estudiar y laborar en lo que pudiera para ayudar a su mamá con el pago del arriendo y gastos del hogar, luego de la separación con su padre.
“Agradable, formal, muy querido y buen anfitrión, pero ‘tacaño a morir’”, dice Semana que así lo describieron las personas más cercanas, y añade: “Nunca se le vio meterse la mano al bolsillo para invitar una gaseosa, una cerveza o una botella de agua”.
Pero su amabilidad habría cambiado con el paso de los años cuando el éxito y la fama de su hermano iban en ascenso y él todavía seguía en Cali con su esposa, el hijo de ella y un hijo de ambos, sobreviviendo a la escasez económica.
Precisamente, por esa falta de empleo y dinero, Jhonier empezó a visitar Bogotá desde el 2011, en ese año su hermano y su mamá ya estaban radicados y progresando con una exitosa peluquería, en el norte de la ciudad.
Jhonier se convirtió en el empleado de Mauricio Leal, como “un peluquero más”, y eso le habría causado molestias a su esposa Luz Elena Betacourt, quien al parecer motivó varios enfrentamientos entre la familia Leal Hernández.
Aunque, dicen conocidos, al principio nunca se le vio maldad ni envidia, con el paso del tiempo esos sentimientos crecieron y Jhonier se convirtió en un rival de su hermano hasta el punto de asesinarlos a él y a su mamá para quedarse con su fortuna.
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