El famoso firmó un contrato por prestación de servicios con el canal en 2006, pero tras su despido alegó que en el tiempo que trabajó allí hubo subordinación por parte del medio e instrucciones (de horarios, campañas publicitarias, asistencia a eventos) que debía cumplir aunque no eran acordes al tipo de vinculación laboral que pactaron, aseguró El Espectador.

“En su criterio, desbordaban la actividad contratada sin que por ello recibiera un beneficio económico adicional”, explicó el medio, y añadió que, por lo mismo, Escaf en su acción legal reclamó que le fueran reconocidas prestaciones como primas, cesantías y vacaciones, así como bonificaciones y una indemnización por su despido sin justa causa. 

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En primera instancia, el Juzgado 30 Laboral del Circuito de Bogotá le dio la razón al presentador y le otorgó los beneficios solicitados. No obstante, el pleito siguió y pasó al Tribunal Superior de Bogotá, que ratificó la decisión del juez. Después, el tema llegó a la Sala Laboral de la Corte Suprema de Justicia, que este jueves también falló a favor de Escaf, resumió el periódico.

Pese a todo eso, según el diario, Caracol negó haber violado las normas del contrato de prestación de servicios con dicha celebridad y ha afirmado que en ningún momento hubo subordinación ni obligaciones adicionales a las pactadas. Tampoco despido, “sino terminación del convenio por vencimiento del plazo”, y menos “se aprovechó de su imagen porque en su contraprestación estaban incluidas todas las actuaciones o menciones que realizara, dentro o fuera del canal”.