Según fuentes de The Sun, la matriarca diseñó todo un contrato de confidencialidad, que tiene alrededor de 100 páginas y en el que le prohíbe a quien lo firme que hable sobre aspectos de la intimidad de su familia.
También aclara qué sí y qué no puede hacer la persona durante la relación; esto incluye el hecho de subir fotos y videos a las redes sociales. Además, tiene algunas cláusulas respecto de los derechos de la historia familiar.
Pero los detalles no acaban allí; también posee algunos puntos que deben ser respetados incluso después de una ruptura, como por ejemplo: no vender historias de su relación y no hablar mal de ellas en público.
La ‘momanager’ (mother-manager), incluyó una carta en la que hace una advertencia a quien acepte el acuerdo; en ella les recuerda los riesgos de incumplir alguno de los puntos del contrato y aclara que por cualquier paso en falso el pacto terminará en manos de sus abogados.
Con esto, quedaría claro por qué Kamar Odom, Reggie Bush y Kris Humphries, se limitaron a guardar silencio después de cortar relación con la familia. Cabe aclarar que dicho contrato también lo deben firmar las parejas de Rob Kardashian, el único hijo varón.
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