El presidente de la cadena ABC, Channing Dungey, calificó de “aborrecible, repugnante e inconsistente con nuestros valores” el comentario de Barr sobre Jarrett y anunció: “Hemos decidido cancelar su programa”.

Barr —simpatizante del presidente republicano Donald Trump— se disculpó más temprano por lo que considera fue una “mala broma”.

Había escrito en Twitter: “La hermandad musulmana y el planeta de los simios tuvieron un bebé = vj”, las iniciales de la líder civil. Lo borró luego.

“Me disculpo con Valerie Jarret y con todos los estadounidenses”, escribió Barr. “Siento mucho haber hecho esa broma sobre su visión política y su apariencia. Debí ser más consciente. Discúlpenme, mi broma fue de mal gusto. Ofrezco disculpas. Ahora dejo Twitter”, añadió.

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No fue suficiente para ABC que canceló esta comedia, que volvió este año a la televisión, con inmensos niveles de rating, 21 años después de su salida del aire, en 1997.

Asimismo, su agencia de talento ICM rompió su relación con Barr tras “ese perturbador tuit, vergonzoso e inaceptable”.

Jarrett, que fue Consejero superior de Obama, puesto que hoy ocupa Jared Kushner, dijo al canal MSNBC que espera que la coyuntura sirva de “momento de aprendizaje”. “Estoy bien, pero me preocupa la gente que no tiene un círculo de amigos y seguidores que salgan en su defensa”.

“Hacer lo correcto”

“Solo una cosa podía hacerse aquí y era hacer lo correcto”, tuiteó por su parte Bob Iger, el presidente de Disney, propietaria de ABC, que también reprodujo el comunicado de Dungey.

Ganadora de un Emmy y un Globo de Oro por su serie, de la que fue productora ejecutiva, Barr comenzó haciendo ‘stand-up comedy’ antes de saltar al estrellato con esta serie, que era una rara representación de la vida de clase obrera en la televisión estadounidense que han sido ampliamente ignorados por Hollywood.

Y esta nueva etapa –tras su éxito entre 1988 y 1997-, Barr a una simpatizante de Trump, lo que era visto con buenos ojos por el mandatario, fuerte crítico de los medios estadounidenses.

La hermana de Roseanne en el show, Jackie (Laurie Metcalfla) votó por Hillary Clinton, creando un fuerte conflicto entre ambas.

“Siempre he tratado de que sea un reflejo fiel de la sociedad en que vivimos”, dijo Barr sobre el programa en un encuentro con periodistas en enero. “Siento que la mitad de la gente votó por Trump y la otra mitad no, por lo que es realista”.

Y “fue de hecho la clase trabajadora que eligió a Trump, por lo que sentí que era algo muy real y de lo que se necesitaba hablar”.

Los primeros dos episodios, trasmitidos en marzo, fueron vistos en promedio por 18 millones de personas, convirtiéndola la comedia con más televidentes en más de tres años, según reportes de prensa.

Barr, que antes votó por Obama y fue candidata presidencial en 2012, recibió entonces una llamada del mandatario por el éxito del relanzamiento.

“Lo conozco desde hace muchos años, y ha hecho muchas cosas buenas por mí (…), fue solo una conversación amigable sobre trabajo y televisión e índices de audiencia”, dijo Barr al programa Good Morning America.

La comediante Wanda Sykes, que era productora consultora del programa y de piel negra, renunció al programa antes de que fuera cancelado, mientras que el Consejo de las relaciones islámicas-estadounidenses consideró la decisión de ABC como un “mensaje de que la promoción del odio y el fanatismo no será aceptado por la industria del entretenimiento”.

Barr ha protagonizado otras controversias, como en 2009 cuando posó para una revista judía posando como Hitler horneando galletas o cuando en 2012 reveló la dirección de un hombre absuelto por asesinato en Florida.

En marzo acusó en Twitter a David Hogg, sobreviviente del tiroteo en la escuela de Parkland, de hacer el saludo nazi en una marcha.

Esta teoría fue ampliamente rechazada por figuras públicas como Rosie O’Donnell y Don Cheadle, así como la analista de CNN April Ryan y el activista de derechos civiles Al Sharpton.