La excongresista Aida Merlano, prófuga de la justicia en Venezuela, enfrenta su segunda condena por el delito de violación de topes electorales. La decisión es de la Sala de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia que le impuso más de cinco años de prisión. La política que rindió versión sobre su segundo expediente en mayo de este año estuvo ante los estrados judiciales porque sobrepasó el monto de dinero que debía gastar para llegar al legislativo.

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Las investigaciones dan cuenta que ese monto sobrepasó los $4.300 millones cuando solo tenía permiso por parte del Consejo Nacional Electoral para gastar un poco más de $800 millones. Merlano, quien protagonizó una maratónica fuga en octubre de 2019, estuvo recluida en la cárcel El Buen Pastor en Bogotá porque intentó llegar al Congreso de manera fraudulenta, por estos hechos la excongresista tiene otra condena que sobrepasa los once años de prisión.

Sobre el actual proceso, la condena dice que la política deberá pagar una multa superior a los $3.430 millones y sobre su nombre, nuevamente, se activarán los protocolos de las autoridades judiciales para que se registre su detención. A Merlano, que ha contado con el apoyo financiero de los Gerlein, la Corte le reprocha que con su conducta ocasionó un daño a la democracia al llegar de manera irregular al Congreso.

“Mucho daño se causa cuando se escoge la trampa, la mentira, el poder del dinero en cantidades considerables para acceder a esa meta, máxime que quien lo hace había trasegado por ese camino en varias oportunidades”, dice el fallo.

La investigación en su contra nació, precisamente, de su primer expediente, pues además de la compra de votos, Merlano, según la sentencia buscó darle apariencia de legalidad, sin que los tuviera, a los movimientos financieros que realizó durante su campaña. La investigación que se movió en el despacho del magistrado Jorge Caldas dice que el dinero que terminó en sus bolsillos superó ampliamente los topes definidos por el CNE que, en esa época, imponía un límite de $884 millones.

Lo que en su momento trascendió es que la Fiscalía tiene pruebas en contra del empresario Julio Gerlein respecto de la entrega de millonarios cheques a la campaña de Merlano. Desde el ente acusador se ha dicho que Gerlein usó su cuenta en Bancolombia para girar dinero a personas ajenas a la excongresista y, tras un endoso, las sumas llegaban a los vinculados en la organización de compra votos. Esa hipótesis no se desdibujó en la sentencia que proyectó el magistrado Jorge Caldas quien consideró que la culpabilidad de Merlano radica en que “prestó” a sus trabajadores para que se realizaran “endosos mentirosos” a los múltiples cheques que eran girados por Gerlein.

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La Corte cuestiona que Merlano Rebolledo tuvo conocimiento de todos los procesos en materia de dinero que se movieron en el interior de su campaña, por lo que considera que la política “actuó con conciencia y voluntad” puesto que sabía que su deber era nombrar una persona encargada de manejar los recursos y, que, esta a su vez, debía reportar esos asuntos al ente electoral, situación que decidió omitir con la excusa de no considerarlo importante, pues a su criterio, la norma que imponía ese límite no era obligatoria.

Sobre los dineros que ingresaron a sus arcas, la providencia dice que a Merlano, inicialmente, le fue negado el apoyo de Gerlein, pero esta finalmente terminó recibiendo $600 millones de los mil que en algún momento le prometió el empresario. Así las cosas, para la Corte está claro que “ella si tuvo manejo de los ingresos, lo que se ratifica cuando se observa que los recursos ingresaron a través de personas muy allegadas a ella: (Jose) Manzaneda Vergara, padre de sus hijos, y (Edwin) Martínez Salas, un muy buen amigo”.

Así las cosas para la Corte resulta claro que “de todo lo anterior, aunado a que Merlano Rebolledo era la más interesada en lograr un triunfo en la campaña, surge incontrastable que todo el procedimiento fue de su especial y directo conocimiento, lo cual incluía, de necesidad, el ingreso y manejo de los recursos, pues era evidente el alto flujo efectivo circulante y las grandes erogaciones en publicidad, pago de líderes, arrendamientos lo que no podía escapar a su conocimiento directo”.

Las pruebas en contra de Merlano

El expediente judicial en su contra que hoy terminó con una sentencia se movió durante el primer semestre del año mientras la excongresista reapareció en medio de una escandalosa declaración que rindió ante la Sala de Instrucción de la Corte en el proceso judicial que se adelanta contra Arturo Char quien es investigado por delitos electorales. En ese entonces, Merlano salpicó a los expresidentes Iván Duque, Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos y el exfiscal Néstor Humberto Martínez. Dijo que habrían recibido dinero ilegal para sus campañas y que tanto Martínez como Duque fueron partícipes de un “montaje judicial” en su contra.

Los señalamientos que hizo la política no fue impedimento para que el magistrado Caldas proyectara su sentencia luego de recibir varios testimonios, entre ellos, el de Vanessa Merlano, hermana mayor de la excongresista, quien dijo bajo juramento que el manejo financiero de la campaña estaba en manos de Julio Gerlein. “Él mismo iba al comando, movía a la gente. Él era el que giraba el dinero para que ella hiciera lo necesario”, resaltó y añadió que tenía conocimiento de esos movimientos porque trabajaba de la mano con Gerlein en una concesión del aeropuerto.

“Las minucias de su campaña nunca las hablamos. No sabía qué se gastó o no. Sé que eso contrae gastos y financiación porque lo veo, pero no sé en detalle. El señor Gerlein fue quien financió la campaña (…) Yo sabía todas las cosas que él estaba girando. Necesitaban publicidad y giraba los cheques (…) Él giraba los cheques a los promotores de los servicios. Él era el que giraba todo, pagaba todo. Sé que todo en cuestión de dinero lo manejaba él”, resaltó la hermana de la excongresista, quien no dudó en mencionar que los líos judiciales de Aida Merlano obedecieron a una situación pasional entre Álex Char, Gerlein y la hoy condenada.

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Rafael Rocha, un comerciante que firmó un proceso de colaboración con la Fiscalía a cambio de revelar información útil en el expediente, fue otro de los testimonios que reposó en el despacho del magistrado Caldas. El hombre también reveló el nombre del político Álex Char y del empresario Julio Gerlein. No obstante, resaltó que solo tiene conocimiento de que este último fue quien hizo los aportes a la campaña de Merlano.

“No me consta a mí que alguno de los Char entregó dinero. Las personas que yo vi llevando dinero allá fue a Julio Gerlein. El chofer de él se lo entregaba a Edwin Martínez y, a su vez, este se lo entregaba a José Manzaneda, quien es el papá de los hijos de Aida y era el tesorero de la campaña. Y él la entregaba a los coordinadores”, explicó en su declaración y aclaró que Merlano no manejaba directamente el dinero, sin embargo, solía ordenar “regalos”.

Rocha le dijo al magistrado Caldas que, en su momento, Merlano conoció que conoció que su campaña ya había gastado un poco más de $12.500 millones y que eso significaba que había sobrepasado el tope estipulado por el Consejo Nacional Electoral. En el expediente también reposaron los testimonios de oficiales de la Policía que estuvieron presentes en el allanamiento a la Casa Blanca, la sede política que fue intervenida por la Fiscalía cuando se destapó que había una empresa criminal que compró votos en la costa Atlántica para favorecer a Merlano.