Eran los años 90 y la música le hacía oposición a la política. El país estaba en medio del conflicto armado, la guerra contra el narcotráfico y el rechazo general a la clase política. Y en ese ambiente estalló el escándalo del proceso 8 mil, que involucraba al entonces presidente Ernesto Samper Pizano. Al mismo tiempo el rock nacional vivía un buen momento y se inauguraba el primer Festival de Rock al Parque en Bogotá. Era el año 95.

En noviembre llegaría una de las banda de rock que venía con más de 50 millones de discos vendidos y sus nuevo álbum. Bon Jovi estaba de gira por América Latina promocionando su sexto álbum de estudio “These days”. El concierto estaba programado para el estadio El Campín.

(Vea también: “Por eso evitaba los novios”: Érika Zapata hizo íntima confesión que asombró a muchos)

En el país seguía la agitación política. Álvaro Gómez Hurtado era el líder del partido conservador, uno de los más críticos con los gobiernos de turno y años atrás había sido uno de los dirigentes que firmó la no extradición de los narcotraficante en Colombia. Ese año le bajó a la intensidad política y prefirió dedicarle más tiempo a las clases de dictaba en la Universidad Sergio Arboleda.

Bon Jovi llegó al país el 1 de noviembre y formó revuelo en sus fanáticos. Otro revuelo pasaría al día siguiente. Era la mañana del 2 de noviembre y Álvaro Gómez Hurtado salía de sus clases, abordó su carro y fue atacado por unos sicarios. que le dispararon en varias ocasiones. Lo llevaron de inmediato a la clínica pero al poco tiempo falleció. Se comenzó a rumorar para esa noche un toque de queda.

Minuto de silencio en El Campín

Las puertas del Estadio El Campín en Bogotá se abrirían para el concierto a las 4:00 p.m. Antes había confusión y caos. Los medios anunciaban desde la Clínica del Country la noticia que los colombianos lamentaron, la muerte de Álvaro Gómez. Las emisoras reforzaban el anuncio de toque de queda y la cancelación del concierto programado para esa noche.

(Vea también: Sara Uribe, arrepentida de su oscuro pasado, anuncia que tendrá drásticos cambios físicos)

Eran cerca de 50 mil personas las que asistirían al evento y un sector pedía cancelar el concierto, entre ellos, lo más conservadores. La Alcaldía de Bogotá, que encabezaba Antanas Mockus, buscaba una solución: si seguir con el concierto o cancelarlo y dejar a esa cantidad de asistentes sin evento. Convocaron a un Consejo de Seguridad y decidieron que lo peor era no hacerlo. Sin embargo, a los teloneros, la agrupación colombiana Ekhymosis, les tocó cancelar.

Antes de que Bon Jovi subiera a la tarima el público se conmovió con el hecho y le rindió un pequeño homenaje al político conservador. “Alguien entre el público levantó la mano e hizo la señal de la paz que utilizaban los hippies en los años sesenta. Acto seguido, el resto del estadio levantó la mano y se unió al gesto”, relata un articulo de El Tiempo.

Lee También

Los minutos de algarabía se redujeron a un minuto de silencio. Luego siguió otra algarabía: la del concierto de Bon Jovi junto con sus éxitos. La agrupación de Ekhymosis no se presentó esa noche pero dejaron en la emisora Radioactiva durante varios días a las 6:00 p.m. una reproducción. A las personas más conservadoras les pareció un “irrespeto”. Era su versión en rock del himno nacional.