En entrevista con El Tiempo, De Francisco aceptó abiertamente que la peor crisis de su vida la tuvo entre los años 2003 y 2004, cuando las adicciones lo obligaron a vivir al margen de todo, hasta el punto de quedar “neutro” –según dijo– y sin reacción a las dificultades que ya lo superaban.

“Una vaina muy extraña. Luego me toca devolverme a la casa de mis papás… Pero sí, tuve momentos aciagos, momentos en los que todo fue muy complicado”, acentuó el presentador que junto a Santiago Moure representa una época de irreverencia y humor crítico tanto en la radio como en la televisión colombiana de los años 90.

De Francisco explicó a ese medio que el origen de todos sus males ha sido tener “un pensamiento catastrófico desde chiquito” y que con la adicción encontró la forma de controlarlo. Sin embargo, no quiso especificar a qué tipo de adicciones se refiere.

“Uno busca eso porque de alguna manera uno tiene los sentimientos muy a flor de piel. Y esos sentimientos, en algunos momentos negativos con respecto a uno mismo y con respecto al mundo, se apaciguan un poco. Entonces uno al hacer eso ya se vuelve más desprovisto, como que pierde peso e importancia. Eso fue muy adictivo”, explicó a El Tiempo el ahora comentarista deportivo que a los 37 años tuvo que volver a vivir con los papás.

El artículo continúa abajo

“Y de todo este cuento es de donde sale la anécdota que yo me tomaba una jarrada de jugo y que mi papá llegaba un martes a las 3 de la tarde y me encontraba en pijama, hasta que un día dijo: ¡por favor, no más!”, relató De Francisco antes de explicar que lo suyo es un problema de tener una “personalidad adictiva” y que el fútbol le ha ayudado a manejarlo.

La personalidad adictiva es alguien a quien le gusta incomunicarse de alguna manera con el mundo, con todo lo que lo rodea. Yo, por ejemplo, ya no tomo ni nada, entonces cuando veo fútbol yo vivo el presente y no me importa nada más. Entonces pues digamos que al trabajar en eso hago algo con lo que me siento bien. Igual lo haría así no trabajara en eso”, comentó De Francisco a ese diario capitalino.