En entrevista con El Nuevo Día, Paloma Valencia también habló de su nueva aspiración al Senado y defendió su arraigo en el Tolima.

Hace unos meses usted dejó en duda la posibilidad de aspirar de nuevo al Senado al decir que medio país la odiaba. ¿Qué la motivó a buscar un nuevo periodo en el Congreso?

El amor por Colombia y la idea de que la política sí puede cambiarle la vida a la gente. Me siento orgullosa del trabajo que hemos venido haciendo: la ley de la panela que le permite a miles de familias emprender en la producción de licores, el aumento de las regalías para la protección del medio ambiente, la vigilancia del PAE en manos de los padres de familia, la eliminación del voto electrónico y la defensa de la institucionalidad colombiana para confrontar el populismo.

La gente no entendió el comentario cuando dije que a uno en la política lo odiaba medio país. Lo que afirmé es que a todas las mujeres que hacemos política nos toca enfrentar unas situaciones muy adversas. Pero la reacción positiva que recibí de la ciudadanía lo hace a uno sentir que no se está en la política simplemente por sus ideas sino por las cosas que se pueden hacer por la gente.

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¿Qué le dice a las personas que aseguran que usted ni tiene arraigo en el Tolima ni ha gestionado por el departamento?

Decir que yo no soy tolimense es como decir que la gente que se va a vivir a otros sitios pierde su arraigo. Aquí está mi familia, aquí vive mi mamá. Tenemos una tradición en el Tolima, no en vano la primera luz de Ibagué se llamó luz Laserna. Soy una senadora que ha trabajado por este departamento. Por ejemplo, conseguí inversiones para vías terciarias de Piedras, Alvarado y muchos municipios.

Con la bancada tolimense, en la que siempre me han incluido, porque no solo soy de acá sino que tengo voz con el Gobierno nacional, logramos cosas sustantivas como la vía Cambao – Manizales. Cuando le pido votos a los tolimenses, no lo hago por ser y tener sangre del Tolima sino porque he dado resultados.

Dada la coyuntura social y económica, los pronósticos de algunos analistas apuntan a que el Centro Democrático van a perder varias curules en el Senado. ¿Usted cómo lo ve?

Creo que el uribismo sigue firme y sólido. Nadie que haya votado por el Centro Democrático se va a ir a votar por otros partidos, porque no tienen ni nuestras ideas ni hacen la política como nosotros.

¿Cómo planean compensar esos casi 900.000 votos del expresidente Álvaro Uribe, cuya renuncia al Senado empezó a fraccionar al partido?

La gente que votó por Uribe hoy quiere pensar en quién lo representa y creo que yo voy a ser una receptora muy importante de esos votos, porque soy la senadora más uribista de Colombia. He estado en todas las peleas de este partido. En contiendas electorales, con listas abiertas, es normal que cada uno jale para su lado, pero eso no significa que el partido no mantenga su unidad en torno a unas ideas y su dirigente, que es el presidente Uribe.

Óscar Iván Zuluaga no despega en las encuestas y el Equipo por Colombia le dio un portazo. Parece claro que estas Elecciones no giran entorno al uribismo…

Óscar Iván Zuluaga es el mejor candidato que tiene Colombia, es el único que tiene una experiencia sobresaliente, la gente tiene buena opinión de él porque es honesto. Dicen que le falta carisma, pero es que la política no es de carisma, es de resultados y capacidad de trabajo, y él los tiene. Entre las consultas y la primera vuelta, va a haber un espacio definitivo para que todos estos sectores se agrupen y podamos tener un candidato unificado.

¿Cuál es su fórmula a la Cámara en el Tolima?

Estamos tratando de hacer un trabajo conjunto con el futuro representante Mauricio Pinto.

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¿Qué opinión tiene de las declaraciones de María Fernanda Cabal en contra del presidente Duque? 

No me voy a referir a las declaraciones de la senadora Cabal porque es un tema de ella. He sido una persona coherente y leal con mis ideas y el presidente Uribe. No estoy involucrada en ningún tipo de escándalo, porque mi trabajo es a favor de los colombianos. Tenemos que buscar sacar congresistas que representen ideas, que tengan principios y que den resultados.

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¿Pero esos comentarios hieren o dejan enrarecidas las cosas al interior de la colectividad?

El partido ha tenido diferencias con el presidente Duque, como la manera en la que ha gobernado sin el Centro Democrático, pero esos son temas que ya no importan porque el gobierno del presidente Duque está llegando a su final y lo que queremos es reelegir las ideas que hemos representado.

Colombia ha hecho las cosas medianamente bien. Claro que tenemos mil problemas, pero eso no quiere decir que todo se haya hecho mal. Si fuera fácil ser un país desarrollado, usted tendría en Latinoamérica países que estarían por encima de Colombia y casi ninguno lo está. El país ha hecho las cosas con mediano decoro y con rendimientos que pueden mejorarse. Pero decirle a los jóvenes que hay que tumbar todo para construir el país perfecto, no es cierto.

¿Cuál sería su agenda legislativa para un nuevo periodo en el Senado?

Tenemos una agenda para el pequeño comercio y negocio colombiano, que empieza por la ‘escalera de la formalidad’, que le racionaliza los trámites a las mipymes y le abarata los costos, para estén en la legalidad y podamos hacer política pública para ellos.

Lo segundo es el proyecto de control a la competencia, que busca que las tiendas de descuento no quiebren a los tenderos de barrio. La competencia no es justa cuando se logra que las marcas le vendan por debajo del precio que le venden al resto, eso se llama ‘dumping’, es abuso de posición dominante y tiene que ser sancionado por la Superintendencia de Industria y Comercio. No podemos dejar que se consolide el mercado en favor de uno solo.