En uno de sus últimos recorridos antes de las elecciones presidenciales de este domingo, al candidato del Pacto Histórico, Gustavo Petro, le sacaron a relucir el M-19, movimiento guerrillero en el que militó y cuya sombra le causa, entre algunos sectores de la sociedad, una fuerte resistencia.

Pero no le tocaron el tema para molestarlo, sino, por el contrario, a manera de nostálgico recuerdo de una forma de lucha que despertó el romanticismo de muchos, y que ha dejado miles de víctimas en el país.

Ocurrió en Anserma (Caldas), en donde a un habitante de ese municipio que acompañó a Petro se le ocurrió plantearle como tema de conversación el grupo armado.

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—Le cuento, ¿no? Yo hablo con mucha gente. Yo les digo: “Muchachos, donde el M-19 existiera como el movimiento cuando nació, todos los que estamos aquí éramos del M-19” —le dijo muy animado el ciudadano al candidato.

—Sí, claro. Sí, de acuerdo. Yo no sé si revivirlo. Porque eso es como Los Beatles —le respondió Petro, aludiendo a la famosa banda de rock de Liverpool, y a la idea de que, para muchos, es el máximo exponente en el mundo de ese género musical.

—Sí, nunca mueren —concordó, entusiasmado, el acompañante del candidato.

—Sí, queda el espíritu ahí. Pero también reiniciarlo se vuelve problemático, porque ya no es lo mismo. Otra historia, otra vida… —dijo Petro, con más pragmatismo que el de su fervoroso interlocutor.

A comienzos de junio, por aparentemente no haber escuchado bien la pregunta que le hizo un periodista, Petro puso a pensar a muchos al decir: “Un retorno a mi juventud. Eso quisiera”.

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El M-19 se desmovilizó y dio paso al movimiento político Alianza Democrática M-19 (AD M-19), que le sirvió de plataforma a Petro para llegar a la Cámara de Representantes. Así comenzó una carrera política que lo tiene hoy disputando la presidencia de la República por segunda vez, en esta ocasión contra Rodolfo Hernández.

Un triunfo de Petro desvirtuaría en buena medida la justificación de la lucha armada para acceder al poder, y, en ese sentido, desilusionaría a los entusiasmados como el ciudadano que le planteó el tema en Anserma, y que harían mucho más si escucharan las música de Los Beatles.