Después de alcanzar casi seis millones de votos en la primera vuelta presidencial y pasar junto a Gustavo Petro (con ocho millones y medio de votos) a la segunda y definitiva vuelta, el candidato Rodolfo Hernández ha dirigido buena parte de su discurso contra figuras destacadas del Pacto Histórico como Piedad Córdoba, Roy Barreras y Armando Benedetti. Su idea no ha sido atacar directamente a Petro, sino restarle un poco de la tierra en donde está parado.
Apenas se conocieron los resultados de los comicios del domingo pasado, en los que Hernández se convirtió en un verdadero palo, pues las encuestas daban como seguro contendor de Petro en segunda vuelta a Federico Gutiérrez (para muchos, el candidato de la derecha), los medios armaron una verdadera cacería para dar con el ingeniero y exalcalde de Bucaramanga al que también han denominado el ‘Trump colombiano’.
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Otros medios, como es habitual, ya empezaban a trabajar en la organización y producción de los debates en los que, esperaban, estarían Petro y Hernández. Pero el ingeniero se bajó bien temprano de ese tren. Dijo que no asistiría a ninguno y que la campaña para segunda vuelta la haría en sus redes sociales y en medios, pero a través de entrevistas. De hecho, los atendió muy rápido y ahí echó a andar parte de su nueva estrategia.
Hasta ahora, y es una de las críticas más fuertes que se le hace, en sus intervenciones no había programas ni plan de gobierno, pero sí consignas genéricas (y de mucho impacto) como luchar contra la corrupción, los politiqueros y la politiquería, y acabar con la “robadera”. Esta vez, Hernández se puede decir que puso a andar la versión 2.0 de la “robadera”, y le asoció los nombres de fichas claves de Petro.
Con su lenguaje directo y en términos básicos muy comprensibles para la mayoría, Hernández ha aprovechado el espacio que le han abierto los medios para hacerles una curiosa pregunta a los colombianos:
“Todo eso que pagan los colombianos a través de los impuestos hay que ordenarlo. No es hablar paja que van a hacer, van a hacer, y no hacen nada, porque nunca han hecho nada”, dijo Hernández, por ejemplo, en NTN24. “¿¡Cómo le van a entregar los colombianos la chequera a Piedad Córdoba!? ¿¡Cómo le van a entregar los colombianos la chequera a Roy Barreas!? ¡Por Dios! ¿¡Cómo le van a entregar los colombianos la chequera a Armando Benedetti!? ¿¡O cómo se la van a entregar a Gustavo Petro!?”.
Así, corrió su mira y no ataca directamente a Petro, sino a los que lo rodean. Para eso, se refiere a la chequera, en alusión a los dineros públicos que debe manejar todo gobierno (y que son el objeto de la “robadera” que él tanto reprocha) e invoca primero a Córdoba, envuelta en problemas judiciales y escándalos, el más reciente de los cuales es su intento de sacar 68.000 dólares de Honduras sin haberlos reportado. Por ese dinero tiene un caso abierto en ese país.
Pero Hernández también pone en primer plano a la senadora electa del Pacto Histórico porque es causa de dolores de cabeza para Petro, comoquiera que estuvo visitando a extraditables en La Picota (cárcel en la que el candidato de izquierda causó furor en las elecciones), además de ser investigada por sus presuntos vínculos con Álex Saab, señalado testaferro de Nicolás Maduro. Por todo eso, Petro le pidió que se apartara de su campaña para primera vuelta.
En suma, sobre la figura de Córdoba, elegida con la anuencia de Petro, se proyectan sombras a las que Hernández busca sacarles provecho para redireccionarlas sobre su contrincante. De hecho, Córdoba estaría entre las razones por las que Petro no ganó, como esperaba, en primera vuelta.
A Barreas y Benedetti, importantes alfiles de Petro, el ingeniero les critica el hecho de haber saltado entre diferentes partidos políticos para, según él, situarse bien y buscar el máximo provecho.
Quedan pocos días para la segunda vuelta y serán, otra vez, las urnas las que digan si la estrategia de Hernández fue acertada o no. Después, si sale victorioso, tendrá que demostrarle al país que todo lo que dijo como candidato lo puede hacer ejerciendo el poder.
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