La Asociación Colombiana de las Agencias de Viajes y Turismo (Anato) calcula que hay cerca de 11.600 pasajeros afectados con la suspención de los vuelos operados por Viva Air. E igualmente, la agremiación encontró que más de $5.500 millones es el monto que está en riesgo para los agentes de viaje con esta coyuntura.

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La información es producto de una encuesta aplicada por Anato en medio de la sacudida que el caso de Viva le está propinando a la conectividad aérea del país.

“Estamos muy preocupados. Como hemos mencionado anteriormente, los dineros de las ventas realizadas por las agencias de viajes, ya se encuentran en la aerolínea y por ello, no pueden ser ellas quienes deban responder a los viajeros con devoluciones. Como mediadoras, ellas están buscando ayudarles a los pasajeros con el trámite para reacomodaciones y para que la aerolínea realice los reintegros”, comentó Paula Cortés, la presidenta de Anato.

Y agregó: “Esta problemática ya se había presentado anteriormente en el país con otras compañías aéreas y por ello habíamos pedido al gobierno nacional una mayor revisión de la situación financiera de estas empresas para evitar que la suspensión de actividades afectara a las agencias de viajes y al consumidor”.

Cabe destacar que la participación de Viva Air, en el movimiento de pasajeros en vuelos domésticos durante enero fue del 20% y los destinos fuertes en los que tenía la mayor participación eran Riohacha (45%), Medellín (30%) Leticia (29%), Santa Marta, (28%), San Andrés (25%), Cartagena (23%), Pereira (22%) y Pasto (20%).

A nivel internacional, los destinos más relevantes en los que tiene la mayor participación la tenía en Argentina (40%), Perú (29%), México (14%), Brasil (12%) y República Dominicana (11%).

“Sabemos de varios reclamos de los pasajeros. Confiamos en que la Superintendencia de Industria y Comercio y la Superintendencia de Transporte obliguen a la aerolínea a la devolución del dinero o la reacomodación para evitar sanciones injustas a las agencias de viajes”, señaló Cortés.

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Viva suspendió de manera abrupta los vuelos que operaba desde el pasado 27 de febrero. La aerolínea ha argumentado que no tiene la suficiencia financiera para prestar el servicio. Entretanto, seguía a la espera de que le resolvieran la solicitud de integración con Avianca, cuyos accionistas habían comprado el 100% de los derechos económicos de Viva desde el 29 de abril de 2022.

En una investigación que la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) les abrió a ambas compañías por celebrar esa operación sin solicitar permiso, hay una apartado en el que la Delegatura a cargo de las pesquisas señaló que “no se encuentra evidencia de que la aprobación de la integración con Avianca sea una condición indispensable para que Viva se mantenga en el mercado”.

De otro lado, este lunes se conoció que el gobierno nacional decidió someter a control a Viva Air, una semana después de la suspensión de sus operaciones.