La comerciante (muy alterada) le dijo al funcionario de la Alcaldía que lo que le decía no se trataba de una amenaza, sino del clamor y desespero de todas las familias que están quedando en la quiebra por culpa de las medidas que han tomado las autoridades para evitar la propagación del COVID-19; según ella, ya hay muchas personas aguantando hambre en estos momentos.

“Para ustedes es muy bueno y muy fácil hablar porque no están viviendo la problemática del comercio. Hay gente varada y jodida. Conozco gente que se ha suicidado. Pongámonos en los zapatos del comerciante”, enfatizó la mujer en un video compartido en Twitter.

Este es el video:

En medio de la reunión a la que la Alcaldía de Bogotá llamó “diálogos constructivos”, la comerciante comentó que le tocó entregar un local de tecnología de más de 16 años de antigüedad, esto por la falta de recursos para cumplir con obligaciones como arriendo y servicios. “Lloré muchas noches de mi vida. Tenía otro local en Unilago y me tocó pagarle el 50 % a la inmobiliaria para poderlo entregar, de unos meses en los que no recibí ni un solo centavo”, mencionó.

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Sobre los protocolos de bioseguridad que les exige el Distrito para evitar la propagación del COVID-19, la mujer mencionó que muchos comerciantes cuentan con medidas, incluso, mucho mejores que las grandes superficies.

“No es envidia, es dolor por mis comerciantes. Es dolor por la gente que está quebrada, por la gente que está jodida y por el pueblo”, indicó la mujer, que pidió a los funcionarios que hacían presencia en el lugar que, en vez de mandar a la Policía para que los tenga controlados a ellos, deberían mandarla a hacerle frente a la gente que vende droga, a los habitantes de calle y a las rumbas ilegales.

Sobre las peticiones de la mujer, la Secretaría de Gobierno respondió en su cuenta de Twitter que para darle solución a la situación se ha venido trabajando de la mano con los comerciantes con el fin de reactivar el sector.