Este 20 de julio se posesiona el nuevo Congreso de la República y cada uno de los legisladores tendrá una asignación de 34,4 millones de pesos. En el último tiempo se han presentado proyectos para reducir estos salarios, como el planteado por los congresistas Iván Cepeda, Catherine Juvinao y Gustavo Bolívar.

Propuestas como esta surgen del reconocimiento de una brecha entre lo que ganan los legisladores y los ciudadanos del común, diferencia que no es tan marcada en otros países.

Un análisis del diario La República mostró que Colombia es el segundo país de Latinoamérica, superado únicamente por Chile, con la distancia más grande entre lo que ganan los congresistas y el salario mínimo, que es de un millón de pesos.

Esto significa que los parlamentarios ganan 34,4 veces más que el mínimo vigente. En otros países la situación es muy diferente. 

Además de obtener la segunda brecha más grande de la región, la situación es aún más preocupante en comparación con otros países del mundo.

Por ejemplo, aunque las ganancias de los congresistas en Estados Unidos equivalen a 62.677.700 pesos colombianos al mes, el alto salario mínimo federal de 31.338 pesos por hora lleva a que los legisladores ganen solo 12 veces más que los empleados que reciben el mínimo.

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Un caso más extremo es el de Suecia, donde los parlamentarios ganan el equivalente a 30.189.038 pesos colombianos. Comparado con un salario mínimo de $ 12.470.701, lo cual lleva a una brecha de 2,42.

Además, con el alto porcentaje de impuestos a los congresistas, estudios de la BBC han mostrado que estos ganan menos del doble de lo que recibe un profesor de primaria.