Así lo anunció el grupo estadounidense Mattel en su cuenta de Twitter y en, en línea con la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de Estados Unidos:

“Fisher-Price anuncia el retiro voluntario de todas las unidades del ‘Rock’n Play Sleeper’ debido a los casos reportados de muertes de niños mientras se encontraban en el columpio (…) sin estar atados”.

El 5 de abril, el ente emitió una advertencia sobre el producto, evocando la muerte de 10 bebés desde 2015 “después de que los bebés se hubieran girado boca abajo o de costado, sin estar atados”, por las correas de la silla.

Según Fisher-Price, la comisión pidió a los consumidores que dejen de usar la silla a los tres meses de edad, o “tan pronto como (los niños) empiecen a saber cómo darse la vuelta”.

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El viernes, el fabricante y la comisión finalmente anunciaron el retiro del producto. El segundo esta vez aludió a la muerte de varios bebés desde que se inició la comercialización del modelo en 2009, y solicitó a los padres que dejen de usar el producto “inmediatamente”.

“Sostenemos que nuestros productos son seguros. Sin embargo, debido a los incidentes reportados en los casos en que el producto se utilizó sin seguir las advertencias e instrucciones de seguridad, decidimos retirar voluntariamente” las sillas, escribió en un comunicado Mattel, dueña de Fisher-Price.

El lunes, la asociación de protección al consumidor Consumer Reports había cuestionado este modelo de silla, asociándolo con la muerte de “al menos 32 bebés”.

Al día siguiente, la Asociación Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés) solicitó a la comisión encargada que retirara del mercado el modelo “Rock’n Play Sleeper”.