La promesa de hacer más equitativo al sistema tributario colombiano, reduciéndole carga a las empresas, y entregándosela al 1 % más rico de la población, es la promesa sobre la naturaleza de la próxima reforma tributaria.

Una que, por demás, se ha dicho será la primera que presente el Gobierno; de hecho, se ha mencionado que el próximo 7 de agosto, en el marco de la posesión de Petro y Francia Márquez en la Casa de Nariño, se presentaría la reforma tributaria al Congreso.

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La particularidad está en que, lo mencionó Roy Barreras, próximo presidente del Senado en representación del partido de Gobierno, la reforma tributaria llegaría con mensaje de urgencia por la premura que se necesita para tenerla aprobada.

El mensaje de urgencia para la reforma tributaria

Pero, ¿qué quiere decir que llegue con mensaje de urgencia?: básicamente que el presidente Petro y el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, buscan que el articulado esté aprobado en el menor tiempo posible permitido por la normativa nacional.

Lo anterior se traduce en que el proceso de discusión y aprobación de la reforma se debería reducir a la mitad del tiempo estipulado. 

El artículo 163 de la Constitución Política de Colombia dicta que, cuando el Gobierno pide el mensaje de urgencia para un trámite legislativo, su proceso se reducirá a un mes, un mecanismo que en su momento utilizó el entonces ministro Alberto Carrasquilla, propuesta de reforma tributaria que al final fue retirada.

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Recuerda entonces la normativa colombiana que “el presidente de la República podrá solicitar trámite de urgencia para cualquier proyecto de ley. En tal caso, la respectiva cámara deberá decidir sobre el mismo dentro del plazo de treinta días. Aun dentro de este lapso, la manifestación de urgencia puede repetirse en todas las etapas constitucionales del proyecto”, dice la Constitución.

Como es el deseo de Petro, el mensaje de urgencia lo que haría es poner en el primer orden de discusión el proyecto del Congreso que se instala el 20 de julio: a la reforma tributaria.

En un proceso legislativo típico, el proyecto de ley deberá cursar el debate y la aprobación de comisiones y plenarias de Senado y Cámara: uno por cada comisión y uno por cada plenaria.

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Sin embargo, con el mensaje de urgencia, según lo recuerda la Constitución, “si el proyecto de ley a que se refiere el mensaje de urgencia se encuentra al estudio de una comisión permanente, esta, a solicitud del Gobierno, deliberará conjuntamente con la correspondiente de la otra cámara para darle primer debate”.

De momento, se espera la consolidación del documento de reforma tributaria y, desde allí, fijar su prioridad y agilidad. Tanto el ministro Ocampo, como el director entrante de la DIAN, Luis Carlos Reyes, han afirmado que este será un articulado puntual, nada extenso.