Luego de que el Senado diera su visto bueno al informe de conciliación de la reforma tributaria de Colombia, la Cámara de Representantes hizo lo propio y también aprobó, de manera definitiva, el documento, que ahora pasa a manos del presidente Gustavo Petro para su sanción.

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En el marco de la discusión de la conciliación de la reforma tributaria, tanto Senado como la Cámara de Representantes acordaron que no se iban a tener cuenta los impuestos a las actividades comerciales de las iglesias.

Tampoco se aprobaron los beneficios tributarios para las pequeñas empresas, toda vez que iban a restarle al recaudo final cerca de $ 1 billón, decisión que, sin embargo, se pidió desde el Gobierno se sopesara con los beneficios al régimen simple de tributación.

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Con esto de base, una vez el presidente Petro sancione la reforma tributaria, la ley entrará en vigencia, en mayor medida, desde el próximo año.

Colombia verá cambios sobre las tarifas de dividendos y ganancias ocasionales. También se esperan entonces las nuevas tarifas para las empresas que explotan el subsuelo en Colombia en busca de petróleo y de carbón, medida esta que, justamente, fue muy criticada por los empresarios del país.

El impacto de la reforma tributaria en Colombia

Luego de la aprobación en Cámara de Representantes, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, agradeció a los coordinadores ponentes de la reforma tributaria y aseguró que el país sigue avanzando en tener un sistema tributario cada vez más progresivo.

“Los recursos irán, como ya lo hemos mencionado, a los programas sociales más importantes del Gobierno. Varias disposiciones eliminan inequidades del sistema tributario colombiano”, complementó Ocampo.

Indicaron desde el Ministerio de Hacienda que la tasa de tributación del impuesto de renta del sector de petróleo pasaría de menos de 30 % “a entre 34 % (en el caso de que los precios internacionales prescriban una sobretasa de 0 %) y 47 % (máxima sobretasa de 15 %). En el caso del carbón, la tasa de tributación pasaría de 36 % a entre 43 % (sobretasa de 0%) y 56% (sobretasa máxima de 10 %)”.

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Adicionalmente, desde noviembre del 2023 empezarán a aplicarse los impuestos saludables para las bebidas azucaradas y los alimentos ultraprocesados.

Con toda la reforma tributaria, en 2023, el Gobierno espera garantizar un recaudo cercano a los $ 20 billones; cifra que subiría hasta los $ 80 billones a cierre del cuatrenio con las nuevas medidas de lucha contra la evasión en el país.