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De la reciente crisis inflacionaria que se vivió en Colombia, quedará para el recuerdo que la carne de res se puso tan cara, que muchos consumidores optaron por sacarla de sus canastas.
Algo muy parecido ocurrió con las demás proteínas de origen animal (pollo, cerdo y huevo). Sin embargo, desde enero, la subida del precio final comenzó a moderarse, pero a los productores todavía no se les ha estabilizado el costo de las materias primas y dicen que llevan meses haciendo fuerza para resistir la tormenta.
Gonzalo Flórez, fundador de la productora de huevos Freeggs, indicó que el sector avícola está aumentando el endeudamiento entre los criadores, dado que desde hace varios meses, en muchos casos, están vendiendo a pérdida.
“Estos negocios agropecuarios son de ciclos, pero este en el que estamos ha sido el más complejo por los costos de producción tan altos y precios más bajos (…) te puedo decir que nosotros, por cada huevo vendido, estamos perdiendo entre $ 20 y $ 50”, detalló.
Explicó que el valor del maíz y la soya llevan cerca de 16 meses al alza y llegaron a incrementar hasta 35 %. Y anotó que, aunque el precio al consumidor se elevó en una proporción parecida, ya se devolvió un 20%, pero las materias primas solo han caído 5%.
En este caso, Flórez explicó que la competencia entre los actores del sector es la que ha empujado los precios hacia abajo y añadió que “no hay que ser fatalista porque estos negocios son de ciclos. Lo que pasará en el tiempo es que se estabilizará el mercado porque habrá gente que dejará de producir, entonces se regulará la oferta y los precios vuelven a punto de equilibrio”.
Piedad Urdinola, directora del Dane, hizo notar que, para mayo, la carne de res seguía subiendo pero cada vez a menor ritmo.
En línea con ello, Augusto Beltrán, secretario técnico de Fedegán, anotó que los precios del animal en pie se han enfriado, pero con los insumos pasa todo lo contrario y la bajada del dólar no se ha transmitido en esas materias importadas.
De hecho, hay un síntoma que evidencia la dificultad por la que están pasando los productores: entre el total de reses sacrificadas, la proporción de hembras está cerca del 42 %, lo que significa que este subsector, posiblemente, está pasando por una época de liquidación en los hatos ganaderos.
“Normalmente, el sacrificio de hembras debe estar entre el 37 % y el 40 % y, de acuerdo con eso, vemos si hay una época de retención o una época de liquidación. Para mí, hay retención cuando la proporción es de 37 % hacia abajo”, agregó.
Recordó que el incremento de los insumos data desde 2021, cuando la crisis logística y portuaria subió el valor del transporte marítimo y ese dolor fue profundizado con la guerra entre Rusia y Ucrania, que afectó las exportaciones de los granos que se destinan a la alimentación de los bovinos para consumo humano.
“Pensamos que todo esto se iba a estabilizar pero realmente los insumos han bajado muy poquito, mientras tanto los precios al consumidor caen y es una situación preocupante”, comentó.
Desde su óptica, en el corto plazo debería pensarse en el país en una estrategia para amortiguar el precio de los insumos, dado el riesgo que hay para la permanencia de los productores en el mercado, y mucho más, teniendo en cuenta que, ante una eventual disminución de la oferta, la caída en el precio se revierte y pueden dispararse otra vez los cortes en las carnicerías.
Si por el lado de las aves y las reses llueve, por el de los porcicultores no escampa. Aunque en la comparación año contra año se ve que el valor de esta proteína se ha incrementado, los datos mensuales muestran que es la única carne que ha bajado, pues para mayo, según el Dane, la variación fue de -1,08 %.
Juan Carlos Vásquez, quien se desempeña como productor de esta proteína, indicó que en el mercado, actualmente, hay una sobreoferta que está empujando los precios hacia abajo y eso coincide con la época en que la demanda merma en el país.
Explicó que, normalmente, el consumo baja durante marzo y finales de junio, una situación que, según mencionó, está llevando a que los productores vendan a pérdida.
Según detalló, en este subsector el costo de los concentrados creció hasta un 40 % y solo se ha devuelto 6 %, pero afirmó que estos productores comprenden que el negocio tiene temporadas de bonanza y de sequía.
En su caso, también se ha mantenido con los ahorros para enjugar la brecha entre costo de producción y precio final en los despostaderos. No obstante, manifestó que espera que la curva de la oferta comience a estabilizarse en el segundo semestre del año.
Productores y consumo en el país
En el país, se registran más de 600.000 granjas y hatos dedicados a la producción de proteínas de origen animal. Además, los datos entregados por sus respectivas agremiaciones (Fenavi, Pork Colombia y Fedegán) muestran que, en el caso del pollo, los colombianos están ingiriendo 36,3 kilos en promedio cada año, 17,2 de res y 13 de cerdo. Entretanto, vale mencionar que, con corte a 2022, la producción de pollo fue de 1,8 toneladas y creció 12,5%. Por los lados del cerdo se reportó el beneficio de 5,5 millones de cabezas y un aumento de 6,6%. Finalmente, la producción de res llegó a 888.000 toneladas el año pasado.
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