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Los colombianos están teniendo menos hijos. Según el Dane, aunque desde el 2013 –cuando nacieron 658.835– se desaceleró la natalidad, el descenso se afirmó en el 2018 hasta llegar paulatinamente a 570.355 en el 2022, la cifra más baja de la década. Esto representa, por ejemplo, 46.559 bebés menos que en 2021.
La situación es de la mayor importancia porque tendrá efecto directo en la política pública y marcará la ruta del sistema pensional, en un contexto en el que la reforma correspondiente pasó su primer debate en el Congreso y espera por la continuación de las discusiones en la próxima legislatura.
(Vea también: Hacen desalentador anuncio para afiliados a Porvenir y Colfondos por reforma pensional)
Con las cifras del Dane se puede decir que en 2022 hubo 11 nacimientos por cada 1.000 habitantes en el país, que es la proporción más baja en los últimos años (ver infografía).
Según la firma Sectorial, estos cambios en la composición de la sociedad afectarán la tasa de reposición en el mercado laboral, harán que el Gobierno recaude menos impuestos y que las personas en edad de trabajar no logren sostener a la población de la tercera edad, lo cual incrementará los costos de programas de seguridad social.
En 2008 nacían 715 mil personas al año en Colombia. Para 2023 la cifra estará cerca de los 510 mil. Una reducción del 29% en el número de nacimientos.
Implicaciones de todo orden: educación, salud, vivienda, alimentación, pensiones, recreación….
DANE pic.twitter.com/hiTzC7epbQ
— Mario Fernando Cruz (@mfcruzv) June 26, 2023
Un panorama que se ve más preocupante con las proyecciones de la Misión Colombia Envejece, según las cuales en el 2050 Bogotá (27,2%), Valle (26,2%) y Antioquia (24,6%) tendrán la mayor proporción de adultos mayores de 60 años sobre el total de la población, coincidiendo con la premisa de que las zonas urbanas envejecerán más rápido.
Para Andrés García, profesor de la Universidad del Rosario, esto convertirá el sistema pensional en un reto de marca mayor. “Como el sistema de prima media (que administra Colpensiones) funciona por reemplazo, en la medida que haya una menor natalidad se compromete de alguna manera su sostenibilidad”.
Así, recordó, en las discusiones sobre la reforma pensional se está pensando en un sistema mixto, en el que una parte vaya a un sistema de ahorro de todos los participantes del sistema y otra parte sea un ahorro individual. “Estas tasas bajas de natalidad muestran que una reforma en esta línea puede ser muy necesaria, porque en la medida que haya menos nacimientos se requiere una mejor capacidad de ahorro individual y una mejor gestión del mismo”.
Alerta de fondos privados
El dilema también ha sido punta de lanza de Asofondos, gremio de los fondos privados de pensiones, para hacer sus reparos a la reforma del Gobierno. Santiago Montenegro, su líder, ha dicho que “la drástica transición demográfica reduce los recursos de financiamiento e incrementa los costos de un creciente número de pensionados y por ello, los sistemas de reparto puro (como el que administra Colpensiones) se ven obligados a reducir los beneficios”.
De acuerdo con Montenegro, mientras en 1950 había más de 11 trabajadores activos por cada adulto mayor de 65 años, hoy hay solo cuatro. Adicional, a mediados de siglo habrá solo dos y hacia finales del siglo solo habrá uno.
A la espera de los próximos debates de la reforma, Asofondos criticó varios de sus propósitos. Cree que el dividir el pilar contributivo en dos y obligar a que las cotizaciones correspondientes a los 3 primeros salarios mínimos vayan a Colpensiones hará que ese monto deje de ser propiedad individual, lo que afectaría al 90 % de los trabajadores.
Para el gremio, no solo se pondrían en riesgo las finanzas de la Nación al tener que responder por las mesadas de una población cada vez más mayor, sino que se eliminaría la libertad de decidir en dónde están los aportes y se suprimiría la posibilidad de pensionarse antes de la edad exigida.
“Estimamos que solo una quinta parte de las contribuciones serán ahorradas y el resto se irá al fondo común a pagar las pensiones de quienes ya están pensionados en Colpensiones”, dijo Montenegro, cuyas cuentas indican que el ahorro acumulado hoy, de unos $ 372 billones, equivalente a 25 % del PIB, caerá a 10 % hacia 2050.
El proyecto de reforma pensional aprobado en primera instancia en la Comisión 7a del Senado tiene elementos que consideramos positivos y otros que no resuelven los problemas planteados y requieren modificación en los debates subsiguientes. https://t.co/WbJdhpseDz #SíPeroNoAsí
— Asofondos (@fondosdepension) June 26, 2023
Habrá más reformas
Al explicar la necesidad de su reforma, el presidente Gustavo Petro ha dicho que la promesa hecha en 1993 sobre ampliar la cobertura, en el marco de la Ley 100, no se ha cumplido, y por eso se requiere un nuevo sistema que dignifique a los mayores.
No significa que esta será la “cura” definitiva a los problemas del sistema, pues el propio Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda, aseguró a EL COLOMBIANO que las reformas pensionales deben revisarse cada tanto.
“La reforma que hoy se está haciendo, se hace 26 años después de la Ley 100. Y la Ley 100 se hizo 26 años después de que se creara el seguro social – pensiones. Entonces, tenemos aquí un promedio de 26 años para mirar reformas. Yo diría que en 26 años, o en otro momento, hay que volver a revisar”, apuntó Bonilla.
Por el momento se espera por la continuación del debate de la reforma, que tras su primera discusión tuvo como cambio más relevante la exigencia de semanas para hacer parte del régimen de transición. De 1.000 semanas, pasó a 900 para hombres y 750 para mujeres.
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