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La publicación de la hoja de vida de Laura Sarabia en la página oficial de Presidencia terminó por confirmar los rumores: el presidente Gustavo Petro no solo logró reintegrar al Gobierno a su “querida” exjefa de gabinete, sino que le entregó el Departamento de Prosperidad Social, una dependencia que maneja 10 billones de pesos de presupuesto y que está a cargo de entregar subsidios e implementar las propuestas más ambiciosas del Gobierno. Sin embargo, hay incertidumbre por la suerte de la saliente directora, Cielo Rusinque.
La directora saliente del DPS se quedaría –por ahora–, sin puesto. Al parecer, el mandatario estaría pensando en suprimir el cargo de la jefatura de gabinete. De hecho, a diferencia de Sarabia, la hoja de vida de Rusinque aún no aparece en la página de aspirantes de la Presidencia.
Lo que sí parece no tener reversa es el retorno de Sarabia. Aún con una modesta hoja de vida y poca trayectoria en la administración de recursos públicos, Sarabia se ganó la confianza absoluta del jefe de Estado al punto de manejar su agenda y comunicar sus decisiones. Cada reunión y cada anuncio pasaba primero por su filtro y luego por los canales oficiales de la Casa de Nariño.
En su anterior cargo, Sarabia era la que llamaba a dar las razones de Petro, la que le organizaba los eventos y los encuentros con poderosos. Andaba siempre a unos pasos de él, casi como una sombra y “le daba orden al gabinete y el Gobierno a pesar de lo cuestionado de su figura”, como dijo una fuente de Palacio en esos días de junio en los que la entonces jefa de gabinete presentó su renuncia.
Fue por ese poder y ese acceso privilegiado a Petro que su caída fue tan estrepitosa: tras ser apodada como “la mano derecha del presidente”, a Laura Sarabia le estallaron los escándalos por el uso del polígrafo con la exniñera de su hijo y por los audios del exembajador Armando Benedetti sobre la presunta financiación ilegal de la campaña Petro Presidente, de la que ella fue una pieza clave.
Pero ni esas investigaciones lograron sacarla de los afectos de Petro. Sarabia es tan importante para él, que la puso en un cargo mejor del que tenía apenas dos meses después de que saliera por la puerta de atrás del Gobierno y sin que culminen sus procesos de investigación en la Fiscalía y la Procuraduría.
Ahora, Sarabia pasará a manejar mucho más que la agenda presidencial, pues en sus manos está nada más y nada menos que una billonaria chequera para financiar las promesas que llevaron a Petro al poder relacionadas con las poblaciones más vulnerables, la desigualdad y la pobreza.
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Tal como quedó planteado en el Presupuesto General de la Nación, el Departamento de Prosperidad Social tiene a su disposición una asignación de 6,3 billones de pesos y una suma adicional de $3,4 billones de recursos del Ministerio de Hacienda. Con todo eso, Sarabia manejará $10 billones y una planta de personal administrativo de 1.300 empleados.
Además de eso, la futura directora tendrá la facultad de “reglamentar la operación, funcionamiento, criterios de ingreso, permanencia y salida” de todos los programas encaminados a la “superación de pobreza y la desigualdad”, así quedó estipulado en el Plan Nacional de Desarrollo.
Prosperidad Social: programas que manejará Laura Sarabia
En esa amplia bolsa de medidas entran programas como hambre cero, renta ciudadana, jóvenes en acción y hasta “jóvenes en paz”, el subsidio de 1 millón de pesos que el Gobierno Petro le pagará a los jóvenes por “no matar” y que le costará al país 1,2 billones de pesos al año.
Justo por ese alcance, el senador del Centro Democrático, Miguel Uribe, criticó el nombramiento diciendo que es “irrespetuoso con los colombianos” e irresponsable teniendo en cuenta que Sarabia “no tiene experiencia ni administrativa ni gerencial” y que llegará a una entidad con “alta sensibilidad en el manejo de recursos y en la capacidad de incidencia política justo en época de elecciones”, como dijo a EL COLOMBIANO.
Y es que, para dimensionar el alcance del DPS, basta con mencionar que maneja más dinero que casi todos los ministerios del país. Por en cima de esos $ 10 billones en recursos, solo están los ministerios de Educación, Salud, Hacienda y Trabajo; en ese orden.
Sumado a eso, Prosperidad Social es una de las entidades incluidas en el listado de los “100 contratos más grandes con recursos de la nación”, un ejercicio de transparencia publicado por Presidencia.
Según el documento, el Departamento tiene a su cargo el Fondo de Inversión para la paz por 54.080 millones de pesos.
Dicho Fondo, además, es el que se encarga de financiar casi todos los movimientos de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, por lo que Sarabia tendrá relación directa con el comisionado, Danilo Rueda, y con los dineros de la paz total, la bandera política más importante del Presidente.
Con todo eso, Laura Sarabia regresa por la puerta grande y a manejar los puntos más sensibles y protegidos del jefe de Estado: ayudarle a la gente más pobre y alcanzar la paz.
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