Colombia informó un crecimiento de su PIB, en el primer trimestre del 2022, del orden del 8,5 %, mismo dato que implicó la inflación anual a marzo (8,53 %).

Ese fenómeno generó efectos disímiles en el comportamiento de la economía nacional. La inflación, si bien no mengua el comportamiento de la reactivación económica, desencadena efectos colaterales en segmentos de la economía tan importantes como el agro.

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Del lado del consumo, la inflación no parece tener efectos de peso. Datos expuestos por Juan Daniel Oviedo, director del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), dejan ver que el gasto del consumo final, a marzo, creció 11,8 % y el gasto del consumo final de los hogares lo hizo al 12,4 %.

Lo anterior quiere decir que esa alta inflación no resta la intención de compra de los hogares colombianos, sobre todo cuando se ve que el gasto por los bienes durables también repuntó 12,2 %. Oviedo explicó que si bien no hay una oferta tan amplía en algunos bienes, el efecto no fue representativo para el país.

“Debemos recordar que, en estos primeros tres meses del año, en Colombia hubo varias jornadas de descuento, así como iniciativas de política pública como el Día Sin IVA”, añadió Oviedo.

Por lo anterior es que el consumo en Colombia sigue siendo una de las bases que soporta el crecimiento de la economía del país incluso con un escenario de precios más altos.

Hay que recordar que en su momento el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, y en gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, manifestaron que el alza de tasas de interés, por una inflación tan alta, no mitiga el proceso de reactivación del país.

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Aunque hay que tener en cuenta que los efectos de las alzas de las tasas de interés en el apetito del consumo, según asegura Villar, se sienten entre seis y ocho meses después de las tomas de las decisiones.

Recordó Oviedo que, por ejemplo, la compra de vehículos, en el marco de los bienes durables, crece porque hay un retorno más fuerte a la normalidad y los colombianos prefieren un medio de transporte no público.

El impacto negativo

Ahora, lo que sí confirmó Oviedo es que la inflación afectó el comportamiento económico del agro. Cuando se ve la serie del sector agropecuario se generaron varios frenos. Detrás de la caída 3 % de las actividades agrícolas estuvo, entre otros, la contracción del valor de la producción de arroz, que fue del orden del 32 %.

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Lo anterior se debe a que si bien hubo acumulación de inventario de arroz, durante la segunda mitad del año pasado, este se empezó a desacumular en 2022.

“Producir la cosecha del segundo semestre del 2021 estuvo expuesta a mayores costos de producción y por eso se ve que la inflación para ese caso, el del arroz, es determinante”, puntualizó Oviedo.

De otro lado, el sacrificio para consumo interno de ganado bovino registró una contracción del 0,7 %, reemplazado por el consumo de la carne de cerdo, que fue un producto más barato en el país.

Así mismo, el fenómeno inflacionario peso en que la producción de leche se contrajera 4,9 %, debido a que en algunas zonas del país hubo inviernos y sequías importantes.

“Ese contexto, que también tiene de presente un menor valor de la producción de huevo, nos lleva a informar mayores costos de producción que generan que el valor agregado de la contracción empuje a una caída total del 3 % para el agro”, concluyó Oviedo.