La semana pasada, en el retiro programático de los integrantes del Pacto Histórico en Medellín, la designada ministra de Salud, Carolina Corcho, declaró que se evalúa que el impuesto a dichas bebidas sea incluido en el proyecto de reforma fiscal, que será el primero que presentará la administración de Gustavo Petro. 

“Los impuestos a las bebidas azucaradas, además de tener impactos favorables en la salud pública, porque desincentivan el consumo de gaseosas y azúcares y reducen las enfermedades crónicas no transmisibles, podrían ser una opción de recaudo para el sistema de salud colombiano”, explicó.

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El mencionado gravamen divide opiniones en el país. Algunos sectores señalan que es necesario para reducir las enfermedades producidas por el consumo de azúcar, al tiempo que se recoge dinero. Otros consideran que sería darles un golpe a los hogares menos adinerados, ya que las bebidas azucaradas como gaseosas y jugos hacen parte de la canasta familiar, la cual Petro aseguró que no tendría más impuestos.

Intentando calmar la marea, el nuevo director de la Dian, Luis Carlos Reyes, dijo ayer que ese impuesto no sería tenido en cuenta la próxima tributaria. “Si toca el bolsillo del colombiano de a pie, no se propondría”, sentenció.

Impuesto a bebidas azucaradas podría incluirse en reforma tributaria

Las declaraciones del funcionario entrante le cayeron como un baldado de agua fría a la nueva ministra de Salud, Carolina Corcho, quien en los últimos años ha impulsado la propuesta. Por tanto, de inmediato le plantó cara y advirtió que dicho tributo aún está sobre la mesa.

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Ante la presión que está ejerciendo la nueva jefe de la cartera de Salud y un sector del Pacto Histórico que intentó que dicho impuesto fuera incluido en la más reciente reforma fiscal, en Blu Radio Luis Carlos Reyes se retractó y explicó que la discusión en torno al impuesto aún no ha terminado.

“No queremos dar cortos antes de la película para generar tensión ni nada por el estilo. Queremos presentar un proyecto de ley muy claro lo más pronto posible, el 7 de agosto. Por lo pronto el mensaje es que el impuesto saludable del que se ha hablado en campaña está bajo consideración, siempre teniendo en cuenta que la reforma tiene que ser progresiva. Esos principios no están reñidos”, sostuvo Reyes.