De acuerdo con el artículo 2 del decreto 507, expedido para evitar los sobrecostos y acaparamientos de alimentos y medicinas, cada 5 días se hará seguimiento a los precios del listado de productos y si se encuentra variaciones “significativas y atípicas” se entregará un registro a la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), que deberá tomar mediadas.
Asimismo, el Dane publicará los precios promedio para los artículos de primera necesidad, aunque “la Comisión Nacional de Precios de Medicamentos y Dispositivos Médicos, de acuerdo con los precios de referencia nacional históricos, podrá fijar precios máximos de venta al público”.
El decreto 507 se expide luego de que comerciantes negociaran alimentos a altos precios, por la emergencia del coronavirus, pese a que no hay desabastecimiento.
De acuerdo con el documento, productos como el brócoli pasaron de valer 1.888 pesos a 4.292 pesos, en apenas unos días, que coinciden con el simulacro de aislamiento que se dio en Bogotá, y la orden de cuarentena a nivel nacional.
Asimismo, el costo de elementos como tapabocas se triplicó porque supuestamente estaban agotados, aunque el Invima encontró que habían más de 9 millones de unidades para vender.
Las autoridades ya hicieron la primera captura por sobrecosto de alimentos, cuando un comerciante especuló con el precio de la Cebolla en Corabastos (Bogotá).
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