El deterioro de los frenos, llantas y revestimientos carreteros podría representar la primera fuente de esas emisiones, por delante de los gases expulsados por el tubo de escape de los carros, alertó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en un informe publicado este lunes.

En la medida en que la cantidad de partículas expulsadas por los tubos de escape disminuye con el incremento de vehículos eléctricos, “la mayoría de las emisiones particulares imputables a la circulación carretera podría provenir de fuentes distintas a los gases expulsados“.

El tráfico carretero es responsable del 25 % de la contaminación con partículas en suspensión (PM10 y PM2.5) en las zonas urbanas en el mundo, subraya el informe.

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La exposición a esas partículas (PM) provoca infecciones respiratorias agudas, cánceres de pulmón y enfermedades respiratorias y cardiovasculares crónicas. Sin embargo, solo las emisiones de gases de escape están reglamentadas.

Si se reduce la contaminación de CO2, la transición hacia los vehículos eléctricos y de hidrógeno no pondrá fin a la emisión de esas peligrosas partículas en el aire, advierte la OCDE.

Los vehículos eléctricos livianos, de débil autonomía, expulsan entre 11 % y 13 % de PM2.5 menos que los vehículos térmicos de igual categoría.

Por el contrario, los vehículos eléctricos cargados con pesadas baterías que les dan una gran autonomía registran emisiones de PM2.5 de entre 3 % a 8 % más elevadas que los vehículos clásicos.

El estilo de conducción de los automovilistas (velocidad, frenado) influye también ampliamente en las tasas de emisiones del vehículo.

Según Walid Oueslati, economista en la OCDE y coordinador del informe, la contaminación de los frenos, llantas y polvos del asfalto desempeñará “un papel central en el futuro”.

El informe subraya de antemano la necesidad de establecer métodos normalizados de medida de las emisiones de partículas por fuera de las de gas de escape.

Y sugiere que los vehículos eléctricos no sean exonerados de peajes destinados a reducir la contaminación automovilística.