El padre del máximo accionista del Junior de Barranquilla Fuad Char y abuelo de Álex, Arturo y Antonio Char fue un emigrante del Líbano (país del Medio Oriente) que a su llegada a Colombia se asentó inicialmente en Lorica (Córdoba).
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Transcurridos unos años en ese pueblo de la sabana cordobesa, en 1950 junto con su esposa e hijos, Ricardo Char se fue a vivir a Barranquilla, ciudad en la que se dedicó a la actividad comercial que hoy es un legado en la familia Char.
Lo que hoy muchos conocen como Olímpica, una de las supertiendas más poderosas del mercado de abastos en Colombia, comenzó con un almacén de barrio en el Centro de Barranquilla, el cual le compró a Rafael Cuello Manjarrez, un exalcalde de San Juan del Cesar (La Guajira), detalló Semana.
A ese establecimiento Ricardo Char le puso Olímpico, contó El Heraldo sobre le lugar donde se vendían hilos, agujas, botones, papeles, lápices, jabones, aceites y uno que otro artículo de botiquín y medicamentos de primera mano.
Además de esos artículos de bisutería, en el sitio se ofertaban flores como una actividad que hacía Erlinda Abdala, esposa del emprendedor sirio-libanés y madre de siete hijos Farid, Jabib, Simón, Ricardo, Miguel, Mary y Fuad.
Fue precisamente Fuad Char quien a sus 17 años tomó las riendas del negocio de su padre, luego de que este sufriera un accidente que le dejó ambas piernas fracturadas (1995), agregó Semana.
Es allí, cuando Olímpico se transforma a Supertiendas Olímpica (SAO) y comienza el exitoso negocio de la venta de medicamentos con la droguería que lleva el mismo nombre.
En 2023, la compañía cumple 70 años de fundación y continúa destacándose como una de las de mayor organización y de las que genera mayor empleo en Colombia.
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