Una de las consecuencias de la compra que el Grupo Gilinski está haciendo de las empresas más importantes e insignes del Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) es que, en este momento, en Medellín hay una importante cantidad de empresarios, familias y personas que están llenas de liquidez.

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Esto, porque vendieron sus participaciones minoritarias en Nutresa y Sura a un precio que difícilmente iban a conseguir en un quinquenio. Lo curioso es que los Gilinski, en medio de su jugada para quedarse con parte del GEA, terminarían afectados en su intención de comprar El Colombiano, el periódico y medio más importante e influyente en Medellín y Antioquia.

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Liderados por Manuel Santiago Mejía, dueño de Corbeta y Alkosto, y Carlos Mesa, de Premex, una docena de empresarios antioqueños está a punto de tomar el control de ese diario, arrebatándole al Grupo Gilinski para entrar en la lucha informativa que se ha desatado desde noviembre pasado, cuando empezó la guerra por las OPA de Nutresa y Sura, una historia ya conocida.

Los compradores, muchos de ellos víctimas y beneficiarios de la venta de acciones, tomaron la decisión para enfrentar, por un lado, la arremetida que el alcalde, Daniel Quintero, ha desatado contra el empresariado antioqueño, especialmente el GEA. Para ellos, la posibilidad de que este medio quedara en manos de Gilinski o un grupo aliado del alcalde sería el peor final de la pesadilla que viven desde hace dos años.

Y, por el otro lado, su intención es hacerle frente a la información económica sobre el GEA y las OPA que está liderando el Grupo Semana, propiedad de Gabriel Gilinski, lo que ha motivado todo tipo de críticas y debates.

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Una historia de los cambios en ‘El Colombiano

La historia arrancó en septiembre del año pasado, cuando en el diario empezó a gestarse la salida de Juan Pablo Gómez y Martha Ortiz, entonces directora de El Colombiano. Ambos son miembros de la familia Gómez Martínez, dueña de la casa editorial.

Frente a los malos resultados que estaban teniendo, un primo de estos dos, Manuel Villa, hizo una oferta de 3.000 millones de pesos para comprarle el diario al resto de la familia, incluido los pasivos.

Un mes más tarde, con la llegada de Luz María Sierra e Ignacio Guzmán, se conoció una oferta de Gabriel Gilinski por el ciento por ciento de El Colombiano, la cual rondaba los 2 millones de dólares, unos 8.000 millones de pesos; es decir, 5.000 millones de pesos más de lo que ofreció Manuel Villa.

A finales de noviembre, llegaron las OPA, ofertas públicas de adquisición de Gilinski, a través de Nugil, por la mayoría de Nutresa y la tercera parte de Sura. En ese momento, cercanos y propios del GEA, se dieron cuenta que tener la influencia de un medio de comunicación habría aminorado la toma .

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Fue cuando el gerente general, Ignacio Gaitán, llevó a la junta directiva de El Colombiano la idea de vender el ciento por ciento de la empresa por 50.000 millones a los Gilinski. El comentario le quedó sonando a Alejandro Mesa, presidente de la junta y Ceo de Premex, quien junto con su padre Carlos se unió con Manuel Santiago Mejía, de Corbeta, el constructor Tulio Gómez, el impresor Juan Manuel del Corral, el empresario Ricardo Sierra y otros inversionistas para hacerle una oferta controlante a la familia Gómez, por el 51 por ciento.

Finalmente, reunieron 14 interesados que aportaron 20.000 millones de pesos, lo que configuró una oferta difícil de rechazar por parte de las siete familias que componen a los Gómez Martínez. En ese orden de ideas, a cada una le corresponden cerca de 2.800 millones de pesos.

Comunicado de El Colombiano sobre la venta del 51 % del medio
Comunicado de El Colombiano sobre la venta del 51 % del medio

 

Se trata de una gran negocio para los Gómez Martínez, pues cabe recordar que cuando le compraron el periódico a los Hernández, por un valor de 11.000 millones de pesos, no se incluyó en el negocio dos propiedades que terminaron en una fiducia a nombre de las dos familias, un lote en Medellín y otro en Fontibón. Estas propiedades están avaluadas en 100.000 y 20.000 millones, respectivamente.

Ahora, lo que los Gómez compraron por 11.000 millones de pesos lo están vendiendo por 20.000 millones, sin contar las millonarias propiedades que siguen bajo su control.

 

El Colombiano, empresas paisas compran antes que los Gilinski
El Colombiano, empresas paisas compran antes que los Gilinski

La oferta como tal no ha sido oficializada ni aprobada, pero es algo que se está moviendo y podría darse o dilapidarse, dependiendo cómo se da el pago de los 20.000 millones en términos de 90 días. Lo curioso de todo es que la liquidez derivada de la venta de accionistas minoritarios a los Gilinski terminaría invertida en el periódico fundado por Esteban y Francisco Pérez, otra de las insignias paisas pretendida por los banqueros.