Se trata de Felipe Cubillos, un administrador agropecuario con especialización en mercadeo que compartió su caso de éxito al portal Finanzas Personales. En primer lugar, incursionó en la plantación de flores, después, decidió vender ropa y calzado importados de China y, por último, se dedicó a la venta de computadores y software.

En ninguno de esos negocios tuvo buenos resultados; sin embargo, decidió apostarle como último recurso a la industria del sexo y montar un ‘sex shop’ con el que ahora vende más de $ 300 millones al año.

A ese mundo llegó por un amigo que lo invitó a trabajar como administrador de una de las primeras boutiques eróticas de Colombia, ubicada hace más de 20 años en la zona rosa de Bogotá, detalla el portal.

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Allí aprovechó 4 años para ahorrar el suficiente dinero para iniciar su nuevo negocio, conocer la industria del sexo y comprender que ese tipo de mercado requiere un conocimiento considerable de los productos que se venden, sus detalles y por menores. No solo es sexo y ya.

Felipe reunió 100 millones de pesos (70 % ahorrado y 30 % solicitado a préstamo en el sector financiero) y con eso le alcanzó para comprar un local en la zona rosa de Bogotá que, de hecho, también era un ‘sex shop’ con años de presencia en ese lugar. Consideró que había que buscar un local en ese sector porque “es el ‘target’ que más conozco y que sé que tiene más poder adquisitivo”, le confesó Felipe a Finanzas Personales.

Como emprendedor que es, Felipe reconoce que lo más difícil para mantener a flote su negocio es responder con los costos operativos: arriendo, impuestos, sueldos y prestaciones sociales a empleados, obligaciones con proveedores y más.

Sobre la industria de los ‘sex shops’ en Bogotá hay que decir que mueve más de 5 millones de dólares al año con productos que en gran parte son importados de China, asegura Portafolio.

Este tipo de locales, en promedio, son capaces de vender casi 500.000 pesos al día, lo que hace que muchos de ellos logren superar los 15 millones en ventas al mes.

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