Para acceder a unas condiciones decentes cuando la muerte se asome a su ventana, el valor que debe alistar oscila entre 2 y 7 millones de pesos, y dependerá de factores como la ciudad, la funeraria y los planes escogidos.

Entre los servicios que más demanda tienen se destacan los siguientes, citados por el diario La República:

  • Embalsamiento
  • Traje exequial.
  • Transporte del cuerpo a la funeraria.
  • Coche fúnebre.
  • Carteles de invitación para las personas que lo acompañarán en su funeral, misa y entierro.
  • Tarjetas de agradecimiento.
  • Personal para cortejo fúnebre.
  • Trámites judiciales.
  • Cofre y urna para las cenizas (en caso de velación).
  • Sala de velación.
  • Derechos parroquiales.
  • Proceso de inhumación o cremación.
  • Bóveda o lote en arriendo.
  • Otros servicios.

Si usted quiere algo más lujoso y con mayores preferencias, puede optar por comprar un lote propio en un cementerio para descansar en ese lugar por toda la eternidad. Este servicio cuesta entre 12 y 24 millones de pesos.

Además, hay otros adicionales como el alumbrado para llevar a cabo la velación en su residencia, publicar una circular, arreglos florales y hasta el libro de registro para asistentes.

Actualmente, cerca de 18 millones de colombianos tienen un seguro preexequial, que les permite tener acceso a los servicios mencionados (salvo el del lote propio). Según ese mismo medio económico, el negocio es tan rentable, que cerca de 1.700 empresas de servicios funerarios se pelearon en 2015 una jugosa cifra de 850.600 millones de pesos en ganancias.

“Hoy en día, el sector ofrece servicios integrales: funeraria, cementerio y previsión exequial. Por ejemplo, 50% de los productos tradicionales que se venden como prepago representan $212.000 millones”, explicó Armando Franco, presidente del comité funerario de Bogotá y Cundinamarca de Fenalco, citado por La República.

En lo que tiene que ver con las aseguradoras, revista Dinero asegura que recibieron más de 14.000 millones de pesos en primas solo en la primera parte de este 2016. En contraste, respondieron a sus asegurados con un total de 6.495 millones de pesos.

“La diferencia entre contratar a una aseguradora y contratar a una funeraria se siente al momento de la respuesta: mientras la aseguradora paga la prima en dinero, la funeraria lo hace en especie a través de sus servicios”, asegura Dinero.

Teniendo en cuenta que la muerte es lo único que todos tienen asegurado en la vida, las empresas que se dedican a prestar este tipo de servicios ya piensan en el futuro del negocio. Según este último medio, entre las preferencias de los colombianos cada vez es más aceptada la cremación que el entierro.

Además, y aunque es una ‘industria’ diferente, la competencia crece cuando se habla de ofrecer servicio exequial para las mascotas.